Capítulo 9. Primeras impresiones que terminan con puntuaciones y declaraciones inesperadas.NARRA ADINA
Después de las cinco citas toca el gran momento: que los chicos den sus puntuaciones. Así va el programa. Al día siguiente de terminar cada cita ellos puntúan y esos puntos se suman a los que vayas teniendo en competencias y finalmente, por el público.
Esta tarde es el momento esperado por las chicas que han tenido las citas. Yo, por mi parte, estoy tranquila. Sé que Daniel no va a ponerme una súper nota pero mientras me apruebe todo irá bien.
Por otra parte, mi hermana desde aquel incidente en la primera competición sigue sin hablarme. Nunca habíamos estado tanto tiempo así.
—¿En qué piensas? —La voz de Cristo me toma por sorpresa, doy un brinco del susto.
Sus ojos verdes me miran con intriga. Luego toma asiento en el banco del jardín donde estoy contemplando la belleza del lugar que será mi casa durante el tiempo que aguante en el concurso.
—¿Te has cortado el pelo? —digo al darme cuenta de que hoy su melena rubia ya no es tan larga como de costumbre. Nunca se lo dije pero el día que lo conocí me recordaba a un surfero.
—Un poco solo —Se encoge de hombros con timidez como si le diera vergüenza que me hubiese dado cuenta. No parece un chico al que este tipo de comentarios le generen eso—, pero no cambies de tema.
—Estaba matando el tiempo hasta que tocara la reunión donde dais las notas y todo eso.
Con mis palabras se le ilumina la cara, como si hubiera recordado algo.
—¿Sabes qué?
—¿Qué?
Cristo y yo dejamos de mirar al frente y cruzamos miradas.
—Si hubiese quedado primero, yo te hubiera elegido a ti.
Me río con su comentario pero él permanece serio. Como si no le hiciera gracia que a mi me la hiciera.
—No me esperaba eso —justifico mi risa de alguna manera.
—¿No me crees?
—No es eso, solo que no sé qué decirte.
Él me examina fijamente. Luego me muestra una sonrisa y apretuja mis cachetes.
—Así que te da vergüenza.
La conversación se me está haciendo un tanto incómoda. No suelo quedarme hablando a solas con chicos a los que parezco interesarles. De hecho es que con ningún tipo de chico. Menos mal que Lola nos interrumpe.
—Chicos vamos que ya van a dar las puntuaciones.
Yo respiro aliviada, le doy una sonrisa tímida a Cristo y me levanto rápidamente para ir tras donde mi nueva amiga. Cristo hace lo mismo pero no me dice nada más, cosa la cual agradezco.
Una vez llegamos todos están en posición. La grabación ya va a empezar.
—Suerte —Es lo último que me dice Cristo rozándome la mano antes de marcharse al lugar indicado. Yo, desde la distancia, le susurro que gracias.
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Ruta hacia el amor
Teen Fiction¿Qué harías si tu madre te obliga a participar en un reality de amor con el cual lleva obsesionada desde que eres una niña y te prepara desde ese momento para que consigas entrar cuando tengas la mayoría de edad? Esa es la historia de Adina y su her...