Capítulo 36

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Al ver su rostro genuinamente confundido, Ga-joon estaba desconcertado por las palabras, pero tardíamente recordó el nombre que había guardado en su teléfono. Baek Seon-woo fue a buscar su teléfono mientras llamaba, por lo que debe haber visto el nombre en la pantalla.

—Leí que cuando estás en una relación, guardas a tu pareja como un apodo.

—¿...Mi apodo es tofu suave?

—¿Sí?

—¿...Por qué?

—¿Por qué?

Las preguntas de cada uno divergieron. Baek Seon-woo estaba confundido sobre por qué su apodo era tofu suave, y Hae Ga-joon se preguntó por qué tofu suave estaba confundido acerca de su identidad.

Al ver esos ojos, Baek Seon-woo logró deducir la respuesta de las acciones de Ga-joon. Al principio, pensó que le había dado ese apodo por su piel clara, pero pronto le vino a la mente su singular sobreprotección.

Ahora, el rostro de Baek Seon-woo se ha convertido en uno que contempla si reír o llorar. Dijo que estaba preocupado por él y que necesitaba cuidarlo, pero no esperaba que lo mirara tan débilmente.

Además, al ver cómo Ga-joon mencionó el 'tofu suave' con tanta naturalidad, parecía que lo había estado nombrando para sí mismo como tofu suave durante mucho tiempo. Obviamente, era más alto que Ga-joon y su cuerpo se hizo más grande porque trabajó duro.

Aun así, cuando piensa en cómo Ga-joon lo salvó en el pasado, ¿debería estar feliz de que lo haya guardado con un apodo, ya que es consciente de que es su amante...?

—Supongo que mi apodo era tofu suave...

—¿Por qué de repente estás deprimido?

—Por nada...


***


En el auto de Baek Seon-woo camino a casa, Ga-joon se sorprendió al ver una canasta de frutas en el asiento trasero. Ni siquiera podía adivinar cuándo lo habría comprado. De alguna manera, pensó que estuvo extraordinariamente ocupado hoy, parecía que estaba prestando atención a su cita para la cena todo el tiempo.

Ga-joon habló juguetonamente.

—Es posible que tengas indigestión porque estás demasiado nervioso

—En realidad, siento que voy a tener malestar estomacal...

—¿Qué? Gira el coche. Diré que no podemos ir.

—No, no. Lo dije mal.

Baek Seon-woo simplemente sacudió la cabeza con una expresión extraña, como si estuviera riendo o llorando. Hasta que bajó al estacionamiento, le sorprendió el nombre almacenado en el teléfono celular de Ga-joon, así que lo considero y cuando llego a la casa de Ga-joon, su estómago comenzó a rugir nuevamente.

Ga-joon estaba genuinamente preocupado por su rostro pálido.

—No fue así la última vez que comimos fuera, ¿verdad? ¿Tu cuerpo se ha agotado más porque es verano?

—Estábamos afuera entonces. Es porque esta es tu casa...

—Bueno, tal vez sea porque la casa es más un espacio familiar.

—Sí. Aun así, tengo curiosidad porque vamos a un espacio en el que has estado desde la infancia.

—Viví en otro lugar cuando era más joven.

Diente de LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora