Cap 9: 丰

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Georg

Georg— Ahh~lo haces tan bien.. —Con mi mano acariciaba sus rastas haciendo su cabeza un poco hacia abajo para que mi miembro entrara más en su boca—

Lo hacía demasiado bien, su manos se movía tan deliciosamente, sus labios gruesos y rosados saboreaban mi glande con tantas ganas, su lengua se movía rápidamente.

Mis feromonas comenzaron a salir sin que yo pudiera evitarlo, sentí las feromonas de el, tenían un olor a limón muy intenso y ala vez muy rico.

Sus rastas estaban sueltas cayendo por sus hombros, las tenía demasiado largas. Un espasmo recorrió mi cuerpo cuando sentía que el orgasmos se aproximaba, comenzó a hacerlo más rápido, trate de quitarlo para no venirme en su boca pero el no quiso y se lo terminó tragando, con su lengua limpio todo rastro de semen que pudo haber quedado en sus labios.

Se levantó y a horcajadas se sentó sobre mi, no me agrada mucho eso, sentía que me dominaban y no me gusta esa sensación.

Lo tome y lo volteé quedando encima de él yo ahora.

Georg— No me gusta que me dominen pequeño...yo hago eso

Desabroche su camisa tirándola a algún lado de la habitación, me di cuenta que aún tenía algunas marcas que le hice.

Me estaba dejando llevar por mis hormonas, inconscientemente bese cada una de las marcas de su cuerpo, sabía lo que estaba haciendo hasta cierto punto, un lado de mi me decía que parara que yo era el rey y esto no lo debería hacer, pero otra parte de mi quería seguir besándole y demostrarle que lo que le hice me importó a tal grado de que por primera vez en mi vida me disculpe con alguien.

Bese su cuello con delicadeza, pase mi lengua escuchando los suspiros que salían de él.

Suspiros que quería e e convirtieran en gemidos...

Toque sus piernas con las yemas de mis dedos, de abajo hacia arriba las recorrí hasta que llegue a su trasero en donde toque una de sus nalgas dándole leves apretones.

Sus manos tocaron mi espalda con algo de miedo, su cuerpo temblaba un poco.

Le di la vuelta dejándolo en cuatro ante mi mirada, se veía tan sexy y erótico en esa pose.

Acaricié su espalda con mis manos, tenía una piel muy suave, su espalda era muy tonificada y marcada, se veía muy bien así.

Su bata era demasiado larga y al habérsela quitado lo dejó solo con ropa interior.

La tome y la estiré hacia varios lados, no quería quitársela aún, no por que no quiera, si no por que se le ve muy bien puesta.

La corrí a un lado viendo todo lo que cubría, ya estaba húmedo y tenía unas ganas de hacérselo ya.

Acaricié con mis manos, tenía un cosquilleo en mi estómago, no quería sobrepasarme al punto de hacerle daño como la otra vez.

Tom— No tenga miedo...

Georg— No quiero hacerte daño otra vez...

Tom— Se lo estoy pidiendo yo ahora...no tenga miedo... —Se volteó dejándome ver el verde brillante de sus ojos— Y si puede no tenga cuidado tampoco...

Me aliñe y haciendo algo de presión entre, con todo el cuidado posible...aunque tenía ganas de hacerlo de una, pero no quería volverla a cagar.

Mi pelvis se junto con su trasero, con sus manos apretó las sábanas, su espalda se curveó más.

Tom— M~muévase ya~

Su voz sonaba más grave de lo normal, comencé a moverme hacia adelante y hacia atrás tomando su cadera para hacerlo cada vez más rápido.

Tom— Hágalo~más rápido~...

Apoye las manos en su espalda curveando aún más su espalda y empecé a penetrar aún más fuerte y rápido.

Se sentía muy bien sentirlo, el meter y al sacar se sentía muy rico y muy caliente por dentro.

Y como tanto los quería escuchar, sus gemidos eran muy dulces de escuchar, apoye una pierna en la cama y seguí haciéndolo más rápido

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Y como tanto los quería escuchar, sus gemidos eran muy dulces de escuchar, apoye una pierna en la cama y seguí haciéndolo más rápido.

El también se hacía para atrás para que entrara aún más y para que el choque fuera aún más profundo.

Estrujaba las almohadas, sus rastas se movían y su piel estaba brillante debido al sudor.

Estaba a nada de terminar. Así que agarrando su cadera con firmeza comencé a hacerlo más rápido que antes, sus gemidos subieron un poco de tono, quería que fueran más fuertes, quería que todos escucharan...que lo estaba haciendo mío...solo mío

Sentía el pálpito, le mordí la espalda con rudeza pero sin hacerle daño, mientras lo llenaba por dentro el se incorporó pegando su espalda con mi pecho, giró la cabeza y me beso.

No estaba acostumbrado a darle besos a los sirvientes que me cogia, no me gustaba, pero cuando me beso una cosquilleo me recorrió el cuerpo queriendo más besos de él, besaba demasiado bien mientras que con su mano acariciaba mi nuca.

Salí de él con cuidado, se volteo y con su lengua me lo lamió otra vez limpiándolo, se me estaba parando otra vez con solo sentir su lengua pero paró.

Se levantó poniéndose su camisa. No me miraba ni nada, sus ojos ya estaban del color normal.

Georg— Donde vas? —Pasó por mi lado sin decirme nada—

Se volteo dejándome ver sus ojos amarillos otra vez y unos pequeños colmillos que salían de sus labios.

Tom— Tengo algo que hacer majestad...—Su voz tenía un tono sensual— Mejor vaya a descansar —Me hizo una reverencia sin separar sus ojos de los míos y a los segundos desapareció por la puerta—

Me quede ahí unos segundos asimilando lo que había pasado, cualquier otro omega se hubiera quedado dormido o me hubiera pedido más pero el nada.

Sin duda mis ganas de saber más de él crecieron aún más.

Y aún tenía la erección ahí.

Mi Gladiador    ~omegaverse~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora