Carta 70

8 1 0
                                    

Querido chico:

todo se sintió como una broma. Una cruel broma del destino, que me hizo creer en algo tan hermoso, solo para arrancármelo de las manos cuando menos lo esperaba.

Mirando hacia atrás, no puedo entender cómo algo que comenzó con tanta pasión y promesas terminó siendo tan vacío. Me entregué por completo a esta relación, creyendo en cada palabra, en cada gesto, en cada momento que compartimos. Pero ahora, me pregunto si todo fue real, o si solo estaba siendo llevada por una ilusión, por una fantasía que nunca fue destinada a durar.

Cuando pienso en cómo terminó, es como si todo se hubiera convertido en una especie de broma pesada, algo que el universo había planeado para enseñarme una lección dolorosa. Me duele decirlo, pero no puedo evitar sentir que tal vez fui ingenua, que me dejé llevar por un sueño que nunca tuvo una base sólida. Lo que para mí era amor verdadero, parece haber sido un juego para ti, y esa realización me ha dejado rota.

No estoy segura de qué fue lo que cambió, ni cuándo exactamente comenzó a desvanecerse lo que teníamos. Todo lo que sé es que, al final, me quedé con una sensación de incredulidad, preguntándome cómo pude haber sido tan ciega. Lo que una vez me hacía sentir viva, ahora solo me deja con un amargo sabor de decepción y tristeza.

Se sintió como una broma, una que nunca pedí, una que nunca quise. Y aunque trato de seguir adelante, de dejar atrás lo que pasó, todavía hay momentos en los que me pregunto cómo todo pudo salir tan mal. Cómo algo que comenzó con tanta esperanza terminó siendo una herida que llevo conmigo.

S. A 

Las cartas que nunca vas a leerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora