Había pasado tiempo desde que Jimin y Jungkook se habían confesado sus sentimientos. Su relación había crecido de maneras que ambos nunca imaginaron. Entre risas, pequeñas peleas, y muchos momentos dulces, su vínculo se había fortalecido. Era como si estuvieran hechos el uno para el otro, y lo sabían. Sin embargo, había algo que aún no habían experimentado juntos, algo que ambos sabían que sucedería cuando fuera el momento correcto.
Era una noche tranquila, en el pequeño departamento que habían empezado a compartir. Las luces estaban apagadas, excepto por las tenues velas que iluminaban la habitación. El ambiente era cálido, íntimo, y lleno de una energía que ambos podían sentir en el aire. Jimin, sentado en el borde de la cama, jugaba nerviosamente con los dedos de sus manos. Sabía que esa noche era especial.
Jungkook se acercó desde detrás, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Jimin, y apoyando su cabeza en su hombro. —¿Estás nervioso? —preguntó en voz baja, su aliento cálido rozando la piel de Jimin.
Jimin asintió levemente, pero una pequeña sonrisa se formó en sus labios. —Un poco... pero también emocionado —admitió con sinceridad, dejando que su cabeza cayera hacia atrás sobre el hombro de Jungkook.
—No tienes que preocuparte por nada —dijo Jungkook suavemente—. Quiero que sea perfecto para ti.
Jimin giró su rostro para mirarlo a los ojos, encontrando esa mirada llena de cariño que siempre lo había calmado. —Ya es perfecto... porque estoy contigo.
Esas palabras fueron todo lo que Jungkook necesitaba escuchar. Con delicadeza, lo tomó de la mano y lo guió hacia el centro de la cama. Se sentaron frente a frente, mirándose con la misma intensidad de siempre, pero esta vez había algo más. Una mezcla de deseo y amor que hacía que sus corazones latieran más rápido.
Jungkook levantó una mano y acarició suavemente el rostro de Jimin, recorriendo la línea de su mandíbula hasta llegar a sus labios. —Te amo —susurró antes de inclinarse para besarlo.
El beso fue suave, lleno de ternura. Jimin respondió con la misma suavidad, sus labios moviéndose en perfecta sincronía con los de Jungkook. Sus manos temblaban ligeramente, pero pronto encontró la seguridad en el toque cálido de Jungkook, quien lo abrazó con fuerza.
Se recostaron lentamente en la cama, sin romper el beso. Los movimientos de Jungkook eran cuidadosos, asegurándose de que cada toque, cada caricia, fuera un reflejo del profundo amor que sentía por Jimin. No había prisa. Ambos sabían que ese momento era solo para ellos, y querían saborearlo.
Conforme sus cuerpos se acercaban, cada beso se volvía más profundo, más apasionado. Jungkook besaba a Jimin como si fuera la única persona en el mundo, como si estuviera destinado a cuidar cada parte de él. Jimin, por su parte, dejó que sus manos exploraran el cuerpo de Jungkook con timidez al principio, pero con más confianza a medida que la pasión entre ellos crecía.
—Eres tan hermoso —murmuró Jungkook mientras recorría el cuello de Jimin con besos delicados, bajando lentamente por su clavícula. Jimin soltó un suspiro entrecortado, sus dedos enredándose en el cabello de Jungkook.
No había nada forzado, nada que no sintieran que debía estar allí. La habitación se llenó de susurros suaves y respiraciones entrecortadas mientras ambos se entregaban a esa conexión, a ese momento que sabían que recordarían para siempre.
Cuando finalmente llegó el momento, no había dudas ni miedos. Solo amor. Cada caricia, cada mirada, estaba cargada de la promesa de que ese no sería el último paso que darían juntos, sino solo el comienzo de una vida llena de más momentos como este.
Después, mientras yacían abrazados bajo las sábanas, con el cuerpo de Jimin acurrucado contra el de Jungkook, ninguno de los dos dijo nada. No había necesidad de palabras. Sabían lo que sentían, lo que significaba para ambos dar ese paso.
Jimin cerró los ojos, sintiéndose completamente amado y seguro en los brazos de Jungkook. —Gracias... por todo —susurró, su voz apenas audible.
—Siempre, mi ángel —respondió Jungkook, besando suavemente la coronilla de Jimin antes de cerrarle los ojos también.
Y así, bajo el brillo suave de las velas que lentamente se apagaban, ambos se quedaron dormidos, sabiendo que ese era solo el principio de todo lo que les esperaba juntos.
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Notas del autor:
Hasta aquí llega la historia de Jimin y Jungkook. Desde el principio, quería que fuera una historia corta, sin demasiados conflictos o problemas en su relación. Quise enfocarme en algo bonito, lleno de amor y momentos tiernos entre ellos, sin la necesidad de añadir dramas complicados. Aunque esta es mi primera historia, estoy contento con lo que logré. Puede que no sea una historia tan waooo Jajaja, pero es un gran avance para mí y espero que les haya gustado 💗
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✨ Contrastes del corazón ✨
RomanceCuando el chico malo de la escuela choca con el ángel tímido que todos ignoran, las chispas de lo inesperado comienzan a volar. ¿Podrá el corazón de piedra de Jungkook resistirse a la ternura de Jimin, o sucumbirá ante el contraste más hermoso? • Es...