5: confesiones y confusiones 📍

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El día amaneció con una ligera llovizna, lo que hacía que el ambiente estuviera más fresco y nostálgico de lo habitual. En la secundaria, los estudiantes se resguardaban bajo los techos, charlando y riendo mientras esperaban que la campana diera inicio a las clases. Jimin llegó temprano, como siempre, con su paraguas rosa y su bufanda color lavanda. Caminaba hacia su casillero, cuando una mano lo tomó por el hombro. Se giró rápidamente para encontrarse con Jungkook.

—Buenos días, Jimin —dijo Jungkook, su voz más suave de lo que Jimin estaba acostumbrado.

—¡Oh! Buenos días, Jungkook. —Jimin sonrió, pero el repentino acercamiento de Jungkook lo dejó un poco desconcertado.

—Te vi caminar solo y... bueno, pensé que podríamos ir juntos a clase hoy —dijo Jungkook, intentando parecer casual, aunque había algo en su mirada que delataba cierta incomodidad.

Jimin parpadeó sorprendido, pero asintió con entusiasmo.

—¡Claro! Me encantaría.

Mientras caminaban juntos, Jungkook mantenía las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero, tratando de ocultar su nerviosismo. Aunque intentaba aparentar normalidad, su mente estaba llena de pensamientos contradictorios. En los últimos días, había estado dándole vueltas a sus sentimientos por Jimin, y cada vez le resultaba más difícil ignorar la atracción que sentía por él.

Cuando llegaron al aula, Jimin se dirigió a su asiento habitual, cerca de la ventana, mientras que Jungkook, por primera vez, decidió sentarse a su lado en lugar de con sus amigos. Los murmullos en la clase no se hicieron esperar, y más de uno lanzó una mirada curiosa en su dirección.

Taehyung, que había llegado un poco tarde, entró en la clase y, al ver a Jungkook junto a su hermano, no pudo evitar sonreír con picardía. Se acercó a ellos y se inclinó sobre el escritorio de Jungkook.

—Bueno, bueno... Parece que alguien ha decidido cambiar de aires —dijo Taehyung en un tono burlón.

Jungkook lo miró de reojo, sabiendo que Taehyung estaba a punto de decir algo que lo pondría en evidencia.

—No empieces, Tae —respondió Jungkook, tratando de mantener la calma.

—¿Qué? Yo no he dicho nada. —Taehyung levantó las manos en señal de inocencia—. Solo que, si necesitas consejos sobre cómo conquistar a mi hermano, no dudes en preguntarme. Soy todo un experto.

Jimin se sonrojó hasta las orejas, mientras Jungkook lo miraba con una mezcla de molestia y vergüenza.

—¡Cállate, Taehyung! —Jungkook lanzó un golpe ligero al brazo de su amigo, quien solo se rió más fuerte.

—¡Está bien, está bien! —dijo Taehyung entre risas—. Solo estaba bromeando. Pero en serio, Jungkook, cuida bien de él, ¿vale?

Jungkook bufó, pero asintió ligeramente. A pesar de la actitud despreocupada de Taehyung, sabía que el chico hablaba en serio.

La clase transcurrió con normalidad, aunque Jimin no pudo evitar sentirse nervioso por la cercanía de Jungkook. Cada vez que sus manos se rozaban accidentalmente mientras compartían los libros, Jimin sentía un pequeño escalofrío recorriendo su columna. Por su parte, Jungkook luchaba por concentrarse, incapaz de evitar que su mirada se desviara hacia Jimin una y otra vez.

Durante el recreo, Taehyung arrastró a Jimin al patio, lejos de Jungkook, para tener una conversación privada.

—Oye, Jimin, ¿qué está pasando entre tú y Jungkook? —preguntó Taehyung, mirándolo con curiosidad.

Jimin se mordió el labio, inseguro de cómo responder.

—No lo sé, Tae... Jungkook ha estado muy... amable últimamente. No sé si es solo porque eres su amigo y quiere protegerme o si hay algo más —dijo Jimin, mirando sus zapatos.

Taehyung lo observó por un momento antes de esbozar una sonrisa traviesa.

—Creo que mi amigo finalmente se ha dado cuenta de lo genial que eres. Y te diré algo, Jimin, él no es de esos que se abren fácilmente con la gente. Si está mostrando interés, es por algo.

Jimin alzó la vista, un rayo de esperanza brillando en sus ojos.

—¿Tú crees? —preguntó con voz tímida.

—Estoy seguro. —Taehyung le dio un suave golpe en el hombro—. Solo... sé tú mismo, ¿de acuerdo? No necesitas cambiar nada. Si a Jungkook le gustas, será por quien realmente eres.

Las palabras de Taehyung confortaron a Jimin, y aunque seguía sintiéndose inseguro, decidió que seguiría el consejo de su hermano. No quería fingir ser alguien que no era, especialmente no frente a Jungkook.

Mientras tanto, Jungkook estaba en el baño, mirando su reflejo en el espejo. Sus pensamientos eran un torbellino, y sentía que estaba perdiendo el control. La idea de que Jimin pudiera estar sintiendo lo mismo que él le daba una pequeña esperanza, pero también lo asustaba. Había construido una barrera a su alrededor durante tanto tiempo que la idea de derribarla le resultaba aterradora.

Regresó al aula justo cuando el recreo terminaba, y encontró a Jimin ya sentado en su lugar, sonriéndole con esa dulzura que lo desarmaba por completo. Se sentó a su lado y, en un impulso que ni él mismo entendía, dejó que su mano descansara ligeramente sobre la de Jimin.

—¿Jungkook? —preguntó Jimin, sorprendido.

—No tienes que decir nada —respondió Jungkook, con voz baja—. Solo... déjalo así por ahora, ¿vale?

Jimin asintió, su corazón latiendo a mil por hora. No entendía completamente lo que estaba pasando, pero sabía que no quería que ese momento terminara. Y aunque todavía había muchas cosas sin decir entre ellos, ese pequeño gesto de Jungkook era suficiente para hacerle sentir que, tal vez, las cosas finalmente estaban cambiando para bien.

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Poquito a poquito van avanzando ☺️💗

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