Treinta y uno

147 33 1
                                    

Zee

Mi novio está borracho, y sé que no debería encontrarlo adorable, pero en cierto modo lo encuentro. Aunque acabe teniendo que ayudarle a subir las escaleras de casa.

Los niños están dormidos, así que no están aquí para presenciar los tropiezos de NuNew y sus ojos vidriosos mientras sonríe más de lo que yo sabía que era posible.

—No lo odio—, dice entre dientes. —Y eso es una mierda porque estaba totalmente preparado para odiarlo.

—Escuché eso—, la voz de Joss se arrastra tras nosotros. —Y yo también te amo, caliente melocotón.

—Shuu—, dice NuNew.

—Silencio—, les digo a los dos. —Los niños están dormidos. No los despierten. NuNew jadea. —Lo siento—, susurra. —Ahora dejaré de hablar.
Sacudo la cabeza mientras lo conduzco a mi dormitorio y cierro y atranco la puerta tras de mí. —¿Cómo se me ha pasado la cantidad de alcohol que has consumido?

—Demasiado ocupado con Joss.

—¿Es eso celos o amargura lo que oigo? — Dejo a NuNew en la cama, y él se sienta en el borde, aferrándose al edredón por la vida como si tratara de que la habitación dejara de dar vueltas.

—Las dos cosas—. Me hace un gesto para que me vaya. —Pero todo está bien. Mi estúpido cerebro está siendo estúpido. Tanto tú como Joss me han asegurado que se ha acabado y que solo son amigos, pero...— Suspira. —Supongo que en el fondo a veces me sigo sintiendo como ese chico gay feo. Veo a alguien como Joss, alguien con quien tienes tanto en  común, y luego me veo a mí, un nerd matemático poco atractivo…

—Estás lejos de eso.

—Por fuera, tal vez, pero incluso ahora, veinte años después, sigo viendo al niño que fui. Puede que mi pelo oculte mis grandes orejas, que el Lasik  haya arreglado mis ojos y que un montón de trabajos dentales hayan arreglado mis dientes, pero cuando me miro en el espejo, sigo siendo yo. Es duro verte con Joss sabiendo que los dos están probablemente mejor adaptados que yo—. Es desgarrador y un poco deslenguado, pero el mensaje es cien por cien claro.

Está inseguro.

Me arrodillo y me abro paso entre sus piernas. —Nu, mírame.

Cuando lo hace, yo también lo veo. Detrás de su físico musculoso y de ese muro de seguridad se esconde una persona que no se cree digno por la forma en que otros lo trataron cuando querían sentirse mejor con ellos mismos.

No es mi trabajo hacer que esa voz interior insegura se detenga por completo, pero sí es mi trabajo asegurarme de que NuNew sepa que estoy con él.

—Podría decirte que no estés celoso, pero sabemos que eso no funcionará. Lo que puedo decirte es que nunca he estado con alguien que me haga sentir como tú. Mi vida sigue siendo un desastre, y probablemente lo será hasta que los gemelos estén en la universidad o se hayan mudado o, demonios, hasta que tengan treinta años. Pero contigo, todo no es tan abrumador. Puedo lidiar con todo el caos porque cuando estás a mi lado, me das todo lo que necesito para mí. Pero no eres sólo un escape. No eres sólo mi roca. Eres muy importante para mí, y necesito que lo sepas.

—Lo sé—, murmura.

—¿Lo sabes?

Asiente con la cabeza pero desvía la mirada.

—Vaya, eso es muy convincente—. Me pongo de pie. —Venga, vamos a meterte en la cama para que puedas dormir, y tendremos esta charla por la mañana, cuando puedas comprender lo serio que soy.

Lo ayudo a desvestirse hasta quedar en ropa interior y luego hago lo mismo conmigo y me meto en la cama a su lado. Se queda dormido enseguida, de espaldas a mí, pero me aprieto contra su espalda y lo rodeo con el brazo.

No sé cómo mostrarle o qué decir para que me crea, y hay una parte de mí que cree que no debería hacerlo, pero tampoco quiero que NuNew se sienta herido.

Me da tanto, y lo único que pide es algo de seguridad.

—Puede que sea demasiado pronto para decirlo, y probablemente por eso te lo digo cuando estás desmayado, pero quiero que sepas que hay una gran diferencia entre tú y Joss—. Respiro profundamente y contengo la respiración porque, aunque él no está escuchando, las palabras tienen peso, y son difíciles de decir. —Pensé que podría enamorarme de Joss. Pero ya estoy enamorado.

NuNew gime y yo le beso la nuca.

—Estoy enamorada de ti, Chawarin Perdpiriyawong, y vas a tener que lidiar con eso. Además, cuando nos casemos, puedes adoptar mi apellido. Nadie volverá a llamarte Fuckyawong.

Me duermo acurrucando a NuNew, pero cuando me despierto, de alguna manera se ha dado la vuelta para que estemos juntos, cara a... bueno, su cabeza está enterrada en mi pecho, su pelo me hace cosquillas en la barbilla.

Su respiración es tranquila pero no rítmica como si estuviera durmiendo.

—¿Estás despierto? — Susurro.

—Sí—. Su palabra viene con dolor en su tono. —¿Por qué cuando tenía tu edad, podía beber copiosas cantidades de alcohol y no sentirlo al día siguiente, pero ahora, me siento como si me hubiera atropellado un maldito camión.

—¿Quieres la respuesta inteligente o la real?

—Mm, ambas. Distraerme de la asquerosidad que es la resaca.

—Es porque eres viejo.

—Ja, ja. Qué original para ti. Vamos, tienes que hacerlo mejor que eso.

—Es porque intentas fingir que no recuerdas que te dije que estoy enamorado de ti anoche.

NuNew echa la cabeza hacia atrás y frunce el ceño mientras me mira a los ojos.
—Espera, ¿no soñé esa parte?

—Oh, así que estabas escuchando—. Fuerzo un tono de broma porque no estoy acostumbrado a exponerlo todo así.

—¿Lo decías en serio?

—Quise decir cada palabra.

La sonrisa de NuNew es impresionante y se apodera de todo su rostro. —Yo también te amo. Para que lo sepas.

—¿Sí? Me preocupaba que fuera demasiado pronto o que aún no estuviéramos allí, y…

—Creo que me enamoré de ti en cuanto le rompiste la nariz a Tommy. Ahora, si eso no es demasiado pronto, nada lo es.

—Deberías haberme dicho que tienes este lado violento. Romperé todas las narices de cualquiera que intente ser malo contigo.

NuNew suspira. —¿Dónde estabas tú cuando yo estaba en el instituto? Me hubiera venido bien un protector como tú.

—Estaba en el jardín de infantes.

Hace una mueca de disgusto. —Eso apesta más de lo que pensaba. Me río. —Tengo una idea.
—¿Es no volver a mencionar la edad que tengo para poder fingir que tenemos la misma edad?

—No. Esperaba... Bueno, el equipo va a la Frozen Four el próximo fin de semana. Es en Pittsburgh, y normalmente no me voy con el equipo, pero esto es algo muy importante, y no quiero que la señora Peterson cuide a los niños todo el fin de semana, así que...

—¿Quieres que me quede aquí y los cuide? Puedo hacerlo.

—No, en realidad estaba pensando que vendrías con nosotros. Esperaba traer a todos y conseguir habitaciones de hotel, pero estaré con el equipo gran parte del tiempo. Zoe y Rhys no necesitan mucha supervisión. Soy más cauteloso con Hazel y los gemelos. Si eso es demasiado insta-familia o no crees que puedas manejar a Bennett y Emmett, lo cual entiendo totalmente…

—Lo haré.

—¿De verdad?

NuNew asiente. —Son una gran parte de tu vida, lo que significa que son una gran parte de mi futuro.

Maldita sea, si eso no es lo que necesitaba oír. Me inclino hacia delante y tomo su boca con la mía, incapaz de no besarlo después de eso.

Decirme que me ama es una cosa. ¿Querer formar parte de esta familia y de todo su caos? Eso es todo.

Un golpe de suerte | ZeeNuNew Donde viven las historias. Descúbrelo ahora