Between My Legs prt1.

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00:00am Puerto Rico.

El sonido de jadeos entrecortados y bofetadas húmedas invadió los oídos de rai mientras contemplaba un video en el que una chica pelirroja recibía bofetadas en la vagina por parte de su pareja, la chica gemía mientras sus piernas se abrían y su sexo expulsaba humedad con cada bofetada de la pesada mano de su pareja. Rai se preguntó cómo se sentiría si alondra la azotaba allí, con aquellas grandes y gruesas manos golpeando su suave piel. Gimiendo en voz alta, se dedicó a palparse la vagina, con los ojo clavados en los hinchados y enrojecidos labios inferiores de la pelirroja.

La pelirroja chillaba y gemía de placer con cada bofetada. Rai cerro los ojos, se reflejó y se llevó la mano a su vagina húmeda. Jadeó ante el escozor inicial, pero le resultó muy exitante. Gimiendo dulcemente, se froto la vagina y volvió a abofetearse, moviendo las caderas al contacto.

- ¡Oh, Dios! - exclamó mientras se golpeaba continuamente, con su vagina ya completamente empapada.

Sincronizó sus propias bofetadas con las de la chica del video, el húmedo sonido de las bofetadas resonó en sus oídos y la llevó al éxtasis. Deseaba que alondra estuviera con ella y le abofeteara la vagina hasta que se le pusiera roja. Lástima que su mejor amiga había salido a correr y no llegaría a casa hasta dentro de una hora.

En ese momento, la chica dejó de azotar a la pelirroja y rai se apresuró a coger el vibrador de la caja que guardaba debajo de la cama. Los azotes que se dio a sí misma la hicieron mojarse aún más, y su vagina emitió un sonido mojado al empujar el vibrador en su clítoris hinchado. No se molestó en contener sus gemidos de pura felicidad mientras se follaba su empapada vagina.

Sus muslos temblaban mientras apoyaba los pies en el colchón y sus caderas se levantaban para recibir más las vibraciones en su clítoris. La combinación de gemidos y quejidos procedentes del video alimentó su lujuria, su mano trabajó más rápido para mover el vibrador sobre su clítoris.

Con un gemido entrecortado, saco el vibrador y expulso los fluidos de su vagina, empapando la cama y el interior de sus muslos. Sonriendo perezosamente, mantuvo las piernas abiertas y se abofeteó ligeramente la vagina otra vez más.

Pero seguía sin sentirse saciada. No importaba cuántas veces se masturbará, los orgasmos que se provocaba a sí misma nunca serían suficientes. Sólo cuando se corriera en los dedos de alondra quedaría satisfecha.

Aunque podría follarse a sí misma una vez más. Escogió otro video, se tumbó boca arriba y clavó los ojos en la pantalla. Está vez había una chica de pelo negro, con las piernas abiertas y la cámara enfocando su rosada vagina. La chica introdujo dos dedos en su sexo y rai hizo lo mismo. Gimió cuando la chica sacó los dedos y se los lamió y luego empezó a palpar su núcleo. Un agudo jadeo la recorrió cuando la chica de la pantalla empezó a abofetear su vagina y rai sintió el deseo de hacérselo a sí misma de nuevo.

Las sábanas se movieron mientras ella se removió, debatiendo si retomar su nueva ofición. Y entonces la chica volvió a bajar la mano, y su vagina expulsó un poco de fluido. Rai sucumbió a la tentación y se abofeteó la vagina con fuerza, gimiendo de dolor por la sensación de ardor. Pero pronto se convirtió en placer, y alternó los azotes en su sexo con la penetracion de sus dedos hasta que volvió a correrse, con un grito silencioso desgarrándole los labios.

Saciada por el momento, sonrió satisfecha y mantuvo las piernas abiertas, deseosa de recibir a alondra con su vagina bien empapada.

Sus oídos se agudizaron cuando oyó abrirse la puerta de su apartamento, seguido de un par de pasos ligeros que se dirigían al dormitorio. Con una amplia sonrisa, separó más las piernas. Una alondra sudorosa quedó congelada junto a la puerta, con los ojos color avellana fijos en sus piernas.

Luego se dirigieron hacía el vibrador que yacía olvidado a su lado.

- ¿Te has follado mientras no estaba? - Alondra balbuceó mientras se despojaba de sus shorts, con la piel morena brillando de sudor que hizo que la exitacion de rai se disparará.

- No pude evitarlo... - rai suspiró mientras se frotaba su entrepierna, cubriéndose los dedos con sus fluidos.

- Realmente eres insaciable, - alondra rió entre dientes y se subió a la cama, arrastrándose por el cuerpo de rai.
- Pero ¿por qué tienes la vagina roja?

Rai se sonrojo bajando la mirada, alondra le besó la mandíbula, presionandose contra su muslo.

- Yo... me di unos golpecitos en la vagina, - admitió rai y se sonrojó ligeramente.

- Oh, - alondra arqueó una ceja y dirigió la mirada hacia la televisión. Sonriendo, volvió a centrar su atención en rai y acarició su entrepierna. Rai se estremeció cuando alondra le frotó los labios inferiores y presiono su vientre.
- Eres muy traviesa, ¿no? ¿Has conseguido esa idea viendo porno?

Rai miró a alondra con los ojos entrecerrados, incapaz de captar la pregunta en su bruma de lujuria. Jadeó cuando un dolor punzante la recorrió derrepente, empezando por su sexo húmedo. Y entonces se dio cuenta de que alondra acababa de golpearla allí.

- Contéstame, amor. ¿Sacaste esa idea viendo porno? - Alondra arqueó una ceja y rai asintió dócilmente. - Tan caliente, - comentó, con los ojos oscuros por el deseo, mientras le propinado otro golpe. Las caderas de rai se movieron bruscamente y su vagina goteó por el dolor que se convirtió en placer.

‐ Otra vez, - dijo débilmente, y alondra sonrió y volvió a bajar la mano.

Sus caderas se sacudieron ante la húmeda bofetada y gimió mientras suplicaba en voz baja a alondra que lo hiciera de nuevo. Se sentía mejor que cuando se lo hacía a sí misma, con la palma de la mano de alondra chocando con su clitoris. Otra bofetada, y rai gimió y cerró los muslos aprisionado la mano de alondra

- ¿Esto se siente bien, amor? - Alondra le habló al oído, con su aliento haciéndole cosquillas en la piel.

Con los labios entreabiertos, rai asintió, volvió a abrir las piernas y bajó la mirada. Vio cómo alondra levantaba la mano y la movía hacía adelante, el contacto con su centro la hizo gritar. Alondra la beso ligeramente en el cuello, mordiendola con suavidad mientras acariciaba la entrepierna de rai.

- Shh, rai... - Alondra le lamio la clavícula y se arrastró por su cuerpo, aliviando lentamente el dolor con cada presión de sus labios sobre su piel blanca.

Rai echó la cabeza hacía atrás y soltó un gemido al sentir los labios de alondra deslizándose sobre sus pliegues rosados, calmando el escozor. Derritiéndose entre las sábanas, rai cerró las piernas alrededor de la cabeza de alondra, insitandola a que empezará a lamer. Alondra lamió delicadamente los labios de su vagina, limpiando los restos de su corrida.

- Quieres que te la chupe o prefieres que te meta los dedos? - Preguntó alondra mientras abría los labios externos de rai, relamiendose.













M.

Midnights | railoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora