Wet Dreams.

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00:00am Puerto Rico.

Despierto al escuchar gemidos y la sensación de algo chocando contra mi culo repetidamente. Tardo unos segundos en darme cuenta del responsable, con la mente somnolienta mientras me esfuerzo por averiguar qué está pasando en el oscuro dormitorio. Cuando terminó de quitarme el sueño de los ojos. El alboroto ha cesado y me doy vuelta, desconcertada y desorientada.

Inmediatamente, mis ojos se encuentran con los de alondra, adormilada. Sus rasgos apenas se distinguen en la oscuridad. Pero me fijo en sus cejas ligeramente fruncidas y en la expresión de culpabilidad de su rostro. Me mira como si hubiera hecho algo malo.

Es entonces cuando encajo las piezas del rompecabezas; se a estado frotando contra mi culo y se acaba de despertar. La conclusión es un sueño húmedo, pero no puedo evitar preguntarme hasta dónde habrá llegado.

Cuando mi mano se desliza por la cintura de su ropa interior, mis dedos se encuentran con un líquido viscoso. Fluidos, deduzco, y estalló en carcajadas.

- ¿Te has corrido, amor? ¿Has tenido un sueño húmedo?

- Lo siento, - murmura con un puchero en sus adorables labios que no puedo resistir a besar.

- ¿Por qué lo sientes? Esta bien.

Alondra se siente alividia al comprobar que no la considero una asquerosa por frotarse contra mí mientras duerme. Eso la hace sonreír relajada, las comisuras de sus labios se levantan ligeramente y no tengo más remedio que presionar mis labios sobre ellas.

- ¿Qué estabas haciendo?

- No... no yo. - Su voz aún sigue afectada por el sueño, aturdida y ronca mientras se esfuerza por ordenar sus pensamientos. - Me estabas penetrando... y luego me la chuspaste. Parecía tan real.

- ¿Sí? - Mi pícara sonrisa la desconcierta.

- Mhm.

- Entonces, ¿qué tal si lo repetimos?

Mientras hablo, mis suaves manos la ayudan a quitarse la ropa interior de las piernas. Alondra empuja la tela con los pies, arrugándola y paseándola hasta que cae de la cama. Su piel se pone de gallina y se estremece cuando quito la manta de nuestros cuerpos para ayudarla a tumbarse boca arriba.

- Tengo frío, - gime como el precioso ángel que es.

- Te calentaré, - la tranquilizo con una voz tan suave que a alondra se le derrite el corazón.

Cuando me siento horcajadas sobre ella, mis manos recorren su torso desnudo y acarician su suave piel. Mis caricias son tan ligeras que alondra suspira de placer mientras cierran los ojos.

- E-Espera. Sigo sensible, - suplica cuando mi vagina presiona la suya.

Ha llegado al orgasmo recientemente y su vagina palpita ahora que la froto. También duele, la sobreestimulación hace que alondra sisee y vuelva a abrir los ojos.

Apenas distingue mi silueta en la oscuridad, pero me observa recoger un poco de sus fluidos y esparcirlos por todo mi vagina. Gime al verme, las yemas de sus dedos se clavan en mis caderas. Esto es jodidamente excitante.

- A-Ah, espera... duele, - lloriquea cuando introduzco mis dedos dentro de ella.

- Shh, está bien. Puedes hacerlo.

Alondra quiere complacerme, realmente quiere. Siempre está tan desesperada por hacer lo que yo quiera, pero esta vez le duele mucho su pobre vagina. Se le llenan los ojos de lágrimas y rechina los dientes, pero se niega a apartarme de ella o a poner fin a mi diversión. Prefiere dejar de existir a rechazarme de alguna manera.

Midnights | railoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora