ᅠᅠ04. cuervos

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El teléfono de Leiko empezó a sonar y, al leer el nombre de Hajime en la pantalla, lo cogió al momento

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El teléfono de Leiko empezó a sonar y, al leer el nombre de Hajime en la pantalla, lo cogió al momento. Antes de que pudiera decir cualquier cosa, los gritos del chico amenazaron con dejarla sorda de un oído, obligándola incluso a alejar el teléfono unos centímetros. Su otra mano estaba sobre el cabello de Tooru, quien estaba apoyando su cabeza en su regazo mientras ambos miraban el televisor de la casa de él.

—¡Cálmate Hajime, joder! —exclamó Leiko finalmente, acallando los gritos inentendibles del mayor—. ¿Qué es lo que ocurre?

—¡A Shittykawa se le ha vuelto a olvidar que tenemos un partido de práctica hoy!

Leiko al escuchar aquello miró al techo y suspiró. Después, bajó su mirada, pellizcó la nariz de Tooru y se levantó del sofá.

—¡Ey!

—Vístete, Tooru —le ordenó Leiko en un tono serio, aún con el teléfono en su oreja—. En quince minutos estamos allí, Hajime.

Cuando Leiko colgó la llamada y guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón, cruzó sus brazos por encima de su pecho y miró a Tooru seria. Antes de que él pudiera irse, la chica carraspeó, deteniendo su paso de vuelta.

—Tooru...

—¿Sí, Leiko...?

—¿Contra quién tenéis partido de práctica hoy?

—Contra el Karasuno.

—Y no me lo habías dicho porque...

Hubo un silencio de unos pocos segundos en los que Leiko sabía que Tooru estaba buscando alguna excusa. Ella podía llegar a hacerse una idea de por qué no le había dicho contra quien era el partido, tratándose del Karasuno y del jugador nuevo que podría haber entre sus filas; pero quería que fuera él mismo quien le dijera lo que ocurría.

—Se me había olvidado.

—Nunca se te olvida un partido.

—¡Te prometo que esta vez sí! Estaba tan tranquilo contigo que ni siquiera sabía el día que era —terminó por decir, a lo que Leiko no tuvo más remedio que creerle—. Voy a prepararme.

𝗙𝗜𝗥𝗘,ᅠtooru oikawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora