Sin memoria

9

N. T.

Faltaban unos días para Navidad y tenía que ir por el regalo para mi lindo pelinegro, estas semanas que llevaba en mi nuevo trabajo habían sido, realmente buenas, aprendí rápidamente el manejo de la tienda, el señor Joseph ya me había dicho que aunque todavía no cumplía el mes de prueba, el estaba más que satisfecho con mi desempeño en el trabajo, que era muy responsable y atento con los clientes,
Eso me hacia sentir también conmigo mismo, ya no me sentía un inútil, mis recuerdos seguían estancados, aunque ya no me preocupaba por recuperarlos, ahora mi vida iba increíble.
En el trabajo conocí a mucha gente del pueblo, la mayoría eran muy amables y respetuosos, aunque no faltaba la señora o señor gruñones.

Me había echo un par de amigos, era chico que trabajaba en la panadería, que estaba a tres locales de donde trabajaba, su nombre era Georg, era un chico con el cabello rubio, largo, era un poco más bajo en estatura qué yo, era muy divertido, tenía un gran sentido del humor, al igual que su primo de nombre Gustav, el era un poco rellenito, también rubio y usaba lentes, igual era muy divertido, ambos trabajaban en la panadería, que era de sus abuelos, hoy habíamos quedado en salir los cuatro, a un bar qué acababan de abrir.

Bill nos alcanzaría ahí, ya que yo le dije que saldría una hora más tarde aunque en realidad le mentí, porque quería ir a comprarle su regalo, junte dinero desde que comencé a trabajar, era un hermoso collar, con un dije en forma de estrella y una chamarra de cuero color blanca, qué le había gustado, cuando la vimos hace unos días. Estaba realmente emocionado por darle su regalo y ver su linda carita.

Mis nuevos amigos ya sabían del accidente que había tenido, sabían que era gay y que vivía junto a mi hermoso novio, ellos ya conocían a mi raton, pero no habíamos tenido oportunidad de salir los cuatro.

Bill me mando un mensaje avisándome que ya estaba en el Bar, incluso ya tenía mesa para los cuatro.
Así que nos apresuramos a llegar, no quería hacerlo esperar.

N. B.

Hoy temprano le dije a Tom que me iría con el, después de dejarlo en su trabajo aproveche, para pasar al supermercado y comprar las cosas que ocuparía para cena de navidad, tambien pase a ver lo de su regalo, a la tienda de animales, Tomy tenía tiempo queriendo un perrito, así que decidí que sería un excelente regalo.
El cahorrito era hermoso, estaba seguro que le encantaría, aunque no me lo lleve, porque quería recogerlo hasta el mismo día de navidad, sabía que estaba en buenas manos, la chica de la tienda de animales era muy dulce y amable, se llamaba Alexa era muy linda, delgada y de estatura muy bajita, me caía muy bien, siento que me falta tener alguna amiga y ella realmente inspiraba confianza.

Más tarde comencé a arreglarme, para salir con Tomy y sus amigos, estaba tan feliz, por el, cada día íbamos mejor, nos habíamos echo unos adictos a los besos y las caricias, el sexo era increíble y maravilloso, cada vez más apasionado y en ocasiones rudo. Me encantaba sentirme tan deseado por Tom.

Estaba rumbo al bar donde quede con Tom, estaba solo a unas cuadras de donde el trabajaba, así que no tardaría mucho en llegar, cuando llegue vi que aun no estaban ni el ni sus amigos, los cuales realmente me caían muy bien, eran muy simpáticos y divertidos, vi que el lugar se empezaba a llenar, así que decidí pasar y apartar una mesa, en cuanto me dieron la mesa le mande un mensaje a Tom, amaba el echo que ya tenía un nuevo celular, asi podíamos estar más comunicados, cuando el estaba fuera de casa, ya que yo realmente no salía mucho, siempre me gustó más la comodidad mi casa, pero de vez en cuando si salía a hacerle una pequeña visita a mi novio, o a tomar algún café o las salidas que tenía con Tomy a cenar, al cine o a pasear por el pueblo.

Un mesero se me aserco, a tomar mi orden, el cual me confundió con una chica, pero le dije que esperaría a que llegaran los demás.

_Disculpa que te lo diga pero te confundí con una chica_dijo el mesero rojo de la vergüenza.

_Descuida, me pasa muy seguido_ le dije amablemente.

_Es que enserio eres muy lindo, tienes una belleza androgina increíble, con todo respeto eres guapísimo.

_Gracias! _le respondí.

_Pide algo yo invito.

_No muchas gracias, no tienes porque, además como te digo estoy esperando a más gente entre ellos a mi novio y amigos.

_Ooh debí suponer que alguien tan lindo como tu, no podría esta solo y estas seguro que vendrá? Yo salgo hasta tarde, pero podría hacerte compañía.

_Si de echo, el está llegando y no gracias, no ocupo compañía. _Le dije ya un poco cansado de su insistencia.

_ De acuerdo precioso. Volveré en un rato a tomar tu orden.

Unos minutos más tarde llego Tom, con su par de amigos. Yo me levante feliz de verlo, nos saludamos con un tierno beso, Pedimos varias bebidas y disfrutamos la noche,sus amigos eran realmente divertidos, todo era risas, puede ver que el mesero estaba un poco ebrio, no se siquiera si este permitido que tome en horas de trabajo, el se puso más inpertinente, me coqueteaba descaradamente delante de mi novio, pude notar que Tom estaba molesto, pero le pedí que lo ignorara.

_Chico hermoso, ahora si me aceptaras la bebida. _llego diciendo el mesero.

_Te dije que no, gracias.

_Así que este es tu novio, eres muy afortunado, tu chico es realmente guapísimo, al principio lo di por una chica. _Dijo dirigiéndose a Tom.

_Lo se es precioso y es solo MIO _recalcó esa última palabra, mi hermoso Tomate.

_Bueno en caso de que lo dejes, apartame el primer lugar en la fila._Dicho esto el mesero se fue tambaleando un poco.

_Idiota. _escuche murmura a Tom.

_Vamos amigo no te enojes es obvio que esto te va a pasar seguido, sin ofender pero Bill es impresionantemente guapo y eso que ami no me van los hombres. _Dijo Gustav

_Lo se Gus, tengo un novio hermoso.

_Ooh lo mismo me pasa a mi, las mujeres siempre están tratando de coquetear contigo Tomy_Dije yo en tono divertido.

_Oye Bill sin ofender, pero no te molesta que la gente siempre te confunda con una mujer? _pregunto Gus

_La verdad es que ya no, antes cuando era más pequeño si era algo que me ponía mal, siempre e tenido rasgos muy delicados, cuando la pubertad llego realmente si la pase mal, ya que todo en mi salón empezaron a endurecer más sus facciones, su cuerpo, su voz y yo no, solo aumente mucho mi estatura, obvio las burlas no paraban, pero gracias a mi madre entendí que no era malo ser diferente, así que decidí dejar mi pelo largo y pues eso aumento más el que me confundan con mujer, pero realmente ya no me molesta. _termine diciendo con una sonrisa.

_Oigan ahí esta la chica que me gusta,_ dijo Georg felizmente.

_Oye yo la conozco, te la puedo presentar_le dije al ver que se refería a Alexa la chica de la tienda de animales.

_ No no no, estoy muy ebrio no quiero, hacer el ridículo, con la futura madre de mis hijos.

_Bueno pero otro día no te salvará de que te la presente.

La noche había salido perfecta, después de despedirnos de Geo y Gus, llegamos a casa un poco ebrios, pero con ganas de hacer el amor, ni siquiera llegamos a la habitación, en medio de la sala nos desnudamos y nos entregamos a la pasión, entre besos y caricias.