Capitulo 1

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-Hola, mamá, ¿cómo estás? Voy camino a la uni- respondió, su voz rebosante de energía juvenil.

La voz de su madre llegó a través del altavoz, distante y cargada de preocupación.

-Sí, ya lo sé. Luego de las clases volveré a casa. No necesitas repetirlo cada vez que me llamas- interrumpió, intentando mantener la serenidad ante la creciente frustración.

El tono de su madre se torna más agudo, una mezcla de enojo y preocupación que resonaba familiarmente en sus oídos. Era un diálogo que ya conocía de memoria.

-Debo colgar, mamá. Mis amigas me están llamando. Te quiero, bye- dijo rápidamente, sintiendo la presión del tiempo y la necesidad de colgar.

Con un ligero suspiro, finalizó la llamada y dejó el teléfono donde mismo estaba.

-Aish, se pone insoportable. No me gusta discutir con ella, pero a veces me saca de quicio- dijo Luna, la irritación evidente en su voz.

Helen, sentada en el asiento de al lado, se aplicaba labial con precisión. Sin apartar la mirada del espejo, respondió:

-Luna, tienes que soportarla. Es tu madre y así es como es-

-Lo sé, Helen, pero hoy no creo que pueda escucharla. Tengo asuntos pendientes con los chicos de la pista- replicó Luna, apretando el volante con determinación.

Helen arqueó una ceja, un gesto que decía más que mil palabras.

-Ya veo. ¿Qué día no los tienes?- dijo, rodeando los ojos.

- ¡Hey! Tú no puedes protestar. Estos días estás tan metida en tu teléfono que parece que te va a salir por la nuca. Con esos postes de luz que se sincronizan para hacer payasadas... Tal parece que bailan aerobios. ¿No te cansas, amiga?- Luna se quejó, manteniendo su vista al frente mientras maniobraba por las calles.

La tensión en el coche se disipó momentáneamente entre risas y bromas. Helen, aún sonriendo, continuó provocando a Luna:

-Lo de "poste" te lo acepto, pero lo de "aerobios" no. ¡Es un insulto a mis hombres! Exijo respeto-

Luna soltó una risa, disfrutando de la dinámica entre ellas.

-Ok, ok, no te alteres. Tú sabes que en el fondo me gustan un poco. Espero no caer en tu obsesión algún día- dijo, con un tono juguetón.

-Siempre serás bienvenida a mi...- comentó Helen, alargando las palabras con picardía.

Pero Luna la interrumpió rápidamente:

- ¡Ni se te ocurra decirlo! No me gusta esa palabrita- protestó, un ligero rubor asomando en sus mejillas.
(Se refería a Harén)
La risa de Helen resonó en el interior del coche, clara y contagiosa.

-Me encanta cuando te pones así. Disfruto tu reacción- se burló, riendo a carcajadas.

Luna frunció el ceño, aunque una sonrisa traicionera se dibujaba en su rostro.

-No me causa gracia. Es vulgar e indecente. Cambiando de tema, las chicas no han llamado. Qué raro- murmuró, mirando de reojo su teléfono en busca de alguna notificación de sus amigas.

El ambiente se tornó un poco más serio mientras la preocupación comenzaba a asomar en su expresión.

-Deben estar ocupadas. Déjame revisar mi teléfono a ver si tengo alguna llamada- dijo Luna inclinandose hacia adelante para mirar de reojo su telefono. Justo en ese momento, el telefono de Helen vibró con una videollamada entrante.

🅢🅞🅢:🅛🅞🅥🅔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora