Papi. No se meta a esa "Olla"

02

¿Cómo fue que Kinich “El Malipo” terminó cuadrándose con Ororon, el vicioso de la "Olla"? Simple parce, ponga atención pa' que no se descuadre.

Kinich recién salía de su última clase en la cual por razones de la vida, se terminó peleando con el viejo ese porque no dejaba de agarrarlo con preguntas difíciles. La tenía dura con él.

—Algo me dice que ese viejo la trae conmigo. Es imposible que yo sepa cuáles fueron las primeras palabras de ese webon que tanto le gusta.

—Platón —dijo Mualani.

—Si, ese mismo hijueputa. ¿Se enamoró o qué? 

Al mismo tiempo que ambos tenían su conversa toda chimba, Kinich se limpiaba lo que tiene de cara con la camiseta del colegio. Total, es educación física, tocó lavarla cuando llegue y dejarla tras la nevera.

—Mañana tenemos exposición.

—Ush, no me lo recuerde manito. Hoy iré a su casa a ver la novela con su mae. Espero y si haya ensayado ¡No me robe mi parte!

—Si, si. Iré a un cyber... La cucha aún no sabe que en realidad, no salgo a las 4, sino a las 2.

—Mano, arriba hay un Dios que todo lo ve.

«Y ese Dios sorpresivamente se parece a la mujer que me parió. Porte la seriedad».

Kinich se despidió de la socia. Caminando a su cyber de confianza sin tener en cuenta el tiempo, o peor. Que un mensaje le había llegado a ese celular que mantenía en silencio por los... "Amigos" que se encuentra por el camino. Muy mala decisión.

A la hora y media (y justo antes de que se terminará su tiempo en el internet) a Kinich le picó por revisar ese celuco, encontrando un hermoso “Tienes 15 mensajes de la Cucha” en su aplicación de mensajes favorita. Hoy Mavuika salía temprano del boleo, y ella, como la madre dedicada que es, quiso ir a buscar a su hijo. ¿El problema? Ella se dió cuenta que no había nadie en el colegio a estas horas. Nadie de los de 11.

—Juepucha... —susurró el Malipo sabiendo que, si su madrecita se entera que está en el internet y no en la casa, ese “En la casa hablamos” será el último mensaje que verá en su vida.

Inmediatamente y con sus patitas pa qué las tengo. Kinich salió del cyber buscando una manera de llegar antes que Mavuika a la casa, tal vez si tomaba un atajo todo iría bien...

Claro... Un atajo, solo era uno. ¡¿Por qué hasta eso no se puede hacer bien, nea?! ¡El Malipo terminó en la "Olla" porque oh, sorpresa, era el lugar más cerquita de su choza!

Lamentablemente y por conveniencia del guión, el querido Kinich se dió cuenta de su webonada cuando ya andaba a mitad de camino, o mejor, cuando sentía a ñeros no identificados con su pinta común de ñero peligroso promedio siguiéndolo en grupos.

«¿Estos se movilizan en manadas? —Apretando la maleta Kinich pensó seriamente en dar la frente, pero no importa que tan machito sea, ya lo rajaron una vez. Y de que sigue vivo es por la virgen María—. No socio, ¿yo acá por qué me metí?»

Aumentando el paso y rodeando a los que le querían pedir hasta con qué aguja cose su mamá, Kinich sintió que dejaban de seguirlo. ¿Se pusieron de lámparas o qué? Pues parece que si, parce. Porque el Malipo no solo no salió de la "Olla" sino que también chocó con otra rata, pero está tiene alas.

Ese socio era alto, pero tampoco abuse de la bienestarina papi. Puesto que bajó los ojos como mero presumido solo para que El Malipo dijera en voz alta:

—Ush, ñero, ¿uste tiene un ojo picho? —Al rato se dió cuenta de la tremenda babosada que le salió de jeta. Dando un paso atrás cuando le miró esas características “Curiosillas” a su nuevo socio.