🌿XI "Peleas"

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JUANJO

DÍA 6

Mi cuerpo se queda totalmente paralizado ante la imagen frente a mí.

—Estás... tan mayor—Murmura mi madre.

Martin se separa un poco de mí al ver mi shock y yo asiento como puedo, ya que me pregunta con la mirada si me siento cómodo para dejarme solo con ellos, así que cuando ve que acepto se levanta de la camilla para salir rápidamente de la sala y dejarnos a solas, llevándose todas las miradas.

—Hola—Digo un poco cortante.

Han tenido que intentar asesinarnos para que nuestros padres vinieran a visitarnos.

Es cierto que mis padres y yo tenemos una relación muy rara, nunca me visitan y no me permiten llamarlos por videollamada, por eso me impacta tanto verlos en persona, sus rasgos han envejecido mucho comparado a como los recuerdo, cosa que apenas hago.

—¿Cómo... cómo estás?—Pregunta mi padre acercándose temeroso.

—Bien.

—Y em... estás... estás muy guapo—Añade mi madre—Has adelgazado mucho.

—Lo sé.

—¿Qué... qué te han dicho los médicos?—Inquiere ahora mi padre.

—Que me recuperaré.

—Ajá.

¿Estoy siendo un imbécil por darles respuestas tan neutrales?

No, prácticamente son desconocidos.

Y es verdad, son mis padres y no los odio, pero aun así es imposible no guardarles un poco de rencor.

—¿Por qué nunca me habéis dejado veros?

Ya está, directo y sin anestesia.

—Cariño... viajamos mucho y...—Comienza mi madre, pero yo la interrumpo.

—No, no he preguntado el porqué no veníais a visitarme, he preguntado por qué nunca me dejabais veros.

Ambos se miran entre ellos y se sientan a mi lado en la camilla preparándose para contarme algo que no olvidaría nunca.

—Juanjo... nosotros... tenemos una nueva familia.

Me quedo totalmente paralizado por la confesión y mi cerebro hace lo que puede por tratar de procesar sus palabras.

¿A qué se refiere con que tienen una nueva familia?

—¿Cómo?—Balbuceo como puedo y mi madre suspira.

—Que no estamos casi nunca de viaje, Juanjo, simplemente vivimos en otro lado y con... con nuestros hijos.

—No vivís conmigo—Digo aun sin comprenderlo.

—Juanjo...—Murmura mi padre y coge aire antes de soltar la bomba que me hace entenderlo todo—Tienes hermanos.

La verdad cae sobre mí como un jarrón de agua fría.

Nos abandonaron y se buscaron una nueva familia.

—Fuera—Murmuro yo haciendo que ellos enarquen las cejas mientras trato de no comenzar a sollozar de solo pensarlo.

—Lo sentimos mucho Juanjo, pero es que no podíamos tenerte, eras demasiado...
—Comienza mi madre, pero no se atreve a acabar la frase.

—¿¡Demasiado qué!?—Pregunto alterado.

—Demasiado parecido a tu padre—Explica ella y yo frunzo el ceño—Yo quería hijos rubios con ojos azules como yo, pero tú saliste moreno, gordo y con unos ojos marrones raros como tu padre.

Un Trabajo Veraniego//Juantin ;)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora