Cinco logra regresar a su linea temporal junto a sus hermanos, pero al llegar se encuentra con un pequeño problema y con alguien que lo llevaría a la locura.
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—¿Qué sabes de la paradoja del abuelo?— interrogó el chico, a Lila
—Bueno, leí los mismos manuales que tú—respondió de manera simple —¿Porqué?
—Está pasando
—¿Bromeas?
—Dame tu maletín
Isabella se encontraba en silencio, realmente no sabía con exactitud de lo que hablaban. La chica miró curiosa aquel maletín, le resultaba familiar pero quitó aquellas dudas de su cabeza.
—¿Se trata de la desaparición de las personas?— preguntó con duda
—Tengo la leve sospecha, de que si— le respondió a la morocha
—¿Vamos a desaparecer nosotros también?— cuestionó Isabella con inseguridad
El chico la miró y trató de sonar lo menos negativo posible —Si logramos detenerlo, No.— observó cada detalle de su rostro, seguía igual de bella, desde aquel día que la conoció — Debo ver a Herb, y averiguar como es qué dejó que todo ésto se descontrolara.
—Herb...— susurró Isabella para ella misma
—Ahí, junto a mis bragas. Lánzamelas, ¿si?— Lila hizo un falso puchero, Cinco caminó hacia ellas y se las lanzó al rostro.
El chico frunció el ceño al ver dos maletines en el suelo.
—Lila, ¿Porqué tienes dos maletines?
—Uno es de ellos— señaló a Isabella —Se los robé, adelante, inténtalo.
—Isa, vendrás conmigo — sugerio el menor
Isabella lo miró confundida
—¿Por qué?
Porqué me acostumbre a que seas mi compañera de misiones. Pensó —Tal Vez, este viaje te ayude con tus preguntas. Además serás de utilidad más adelante.
Isabella quedó en silencio un par de segundos, sin saber que decir.
—¿Vamos?— extendió su mano a la chica
La chica suspiró y tomó la mano de Cinco, con algo de incomodidad.
—No te preocupes, no te pasará nada — aseguró el menor, tratando de tranquilizar a la chica
Isabella estaba preparada para la acción, pero cuándo Cinco intentó abrir el maletín de este salió un sonido extraño, cambió de maletín pero sucedió lo mismo.
