Quiero un final feliz [TVD]

Elijah...

Él sonrió al ver mi expresión inocente y se acercó a mí, escaneando mi rostro lentamente. Podía notar cómo intentaba descifrar lo que estaba pensando. A pesar de que solía ser mi personaje favorito, ya no sentía ese vínculo de pertenencia. Quizás eran los recuerdos que había recuperado o tal vez era simplemente el hecho de que The Vampire Diaries se sentía mucho más real de lo que alguna vez creí. Este hombre frente a mí... Elijah Mikaelson. Sabía que era peligroso. Y aunque no le temía exactamente a él, lo que realmente me aterraba eran las decisiones que tendría que tomar en el futuro. No sabía cómo terminaría todo esto si decidía intervenir. Pero debía hacerlo, si quería sobrevivir. Si luchar era la única opción, entonces que así fuera. Ya lo tenía claro: cualquiera que perturbara mi paz o la de mi familia moriría. Mejor ellos que nosotros.

Mis ojos se encontraron con los de Elijah, igual de lento. No podía negar que era increíblemente atractivo; sus ojos eran hipnóticos, mucho más de lo que cualquier palabra podría describir. El silencio entre nosotros se volvió casi insoportable, así que hablé.

—¿Dónde estamos? —pregunté, echando un vistazo a mi alrededor.

—En la casa de un amigo —respondió con una media sonrisa.

Su tono me provocó un escalofrío. ¿Un amigo? Levanté una ceja, escéptica.

—¿Un amigo? —repetí con una mezcla de sarcasmo y sorpresa—. Vaya, no sabía que los Originales tenían amigos.

—Por supuesto —contestó, ignorando mi tono—. ¿Quieres conocerlo?

Abrió la puerta de la habitación con un movimiento lento, no sin antes arrancar una pata de una silla cercana. Mi corazón aceleró, pero controlé mis emociones. No muestres miedo, me repetí. O al menos la versión anterior de mí sabía cómo hacerlo. Justo en ese momento, un recuerdo me asaltó: Slater, el "amigo" de Rose. Claro, así se llamaba.

Observé en silencio mientras Elijah caminaba hacia la sala. Algo en el aire me dio una sensación extraña, pero no me molestaba... aún.

—Él es mi amigo —dijo señalando a Slater, que estaba sentado, inmóvil, en un sillón, con los ojos clavados en nosotros.

—¿Tu amigo? —dije en un tono claramente dudoso—. No parece estar muy de acuerdo con eso.

Elijah sonrió apenas. Me acerqué un paso más.

—Si ser amigos significa ser controlado y obligado a sentarse como si la vida se escapara de tus ojos... entonces, sí, supongo que lo son —añadí con un toque sarcástico—. Se le nota la felicidad de ser tu amigo.

Elijah sonrió de nuevo y se acercó a Slater, quien tomó su teléfono con manos temblorosas y marcó un número bajo las órdenes silenciosas de Elijah, mientras este afilaba la pata de la silla en sus manos. ¿Debería intervenir? Slater nunca me pareció un mal tipo en la serie, pero tampoco soy ninguna salvadora.

—¿Rose? —Slater habló al otro lado de la línea—. Sí, me escapé... Lo siento, estaba asustado. Mira, no quiero ser parte de esto, pero descubrí algo...

Observé a Slater mientras hablaba. No podía escuchar lo que decía la otra parte, pero recordaba la escena de la serie. No era difícil saber lo que venía. Giré mi mirada hacia Elijah, que ya tenía lista su improvisada estaca

Suspiré y me acerqué lentamente, plantándome frente a él.

—¿Es realmente necesario hacer esto? —pregunté, mi tono era vago, pero mis palabras llevaban peso.

Elijah me miró, serio, y se acercó con ese aura imponente.

—Nadie que se meta en mis asuntos sigue con vida —contestó en un susurro mientras avanzaba hacia Slater.