Don't fall in love with Eren Jaeger - Ereri (Adaptación)

Make you mine

—¿Doctor Ackerman? —preguntan afuera del consultorio. La enfermera escuchó desde adentro un ligero adelante, así que se apresuró a entrar. Levi se encontraba ordenando los expedientes de los pacientes por apellido—. Buenos días.

—Buenos días, Petra. ¿Pasa algo? —se voltea, mirándola confuso.

Ella negó.

—La doctora Zoe acaba de llegar al hospital, quiere verte —comenta sonriente. Inmediatamente el rostro preocupado y distante de Levi cambió por uno más radiante y feliz.

Hange había sido una de sus mejores compañeras de trabajo, además de que la veía como su mejor amiga.

Por cuestiones de trabajo y tiempo, ambos estuvieron incomunicados por bastante tiempo. Levi trabajaba arduamente, mientras Hange se encargaba de cuidarse para llevar el embarazo de su primer cachorro sanamente.

—¡¿De verdad?! ¿Volvió a trabajar?

—Aún no, estará incapacitada por dos meses más. Pero pasó de visita rápida al hospital para que conozcamos a su cachorro.

Hange se dedicaba a tratar el cuerpo de otros omegas, cómo funcionaba, sus actitudes, y cómo han evolucionado con el pasar de los años. Ella era especialista en esta área, sin embargo, el hospital tuvo que incapacitarla por un largo tiempo cuando quedó embarazada de su alfa. Todo el embarazo y tiempo de lactancia estuvo fuera del hospital, y Levi no había tenido el tiempo suficiente para visitarla, así que la noticia de que haya vuelto realmente lo alegró.

—¿Qué esperas? Ve a saludarla —Petra sonríe, abriendo la puerta del consultorio.

—Hace tanto no veo a Hange —comenta con alegría, saliendo de su consultorio.

Ella también fue la doctora que estaba a cargo del caso de Levi. Era muy poco el porcentaje de omegas que eran estériles, y reducía aún más cuando se trataba de omegas masculinos. Sin embargo, aún no encontraban una verdadera razón que haya provocado la esterilidad de este.

Los omegas estériles presentaban síntomas desde la juventud o adolescencia, como menos duración en el celo, o irregularidades, algunos hasta perdían el deseo sexual completamente. Pero Levi no había tenido estos síntomas en su juventud. Sus celos eran esperados, regulares, y con libido, las características perfectas para esperar a un omega fuerte y fértil.

Pero eso cambió cuando se casó con Erwin. Creyeron que, quizá intentándolo durante el celo, Levi podía quedar en cinta más fácil, pero eso no pasó ni en sus días fértiles, ni en los otros. Al inicio pensaron que podía ser normal por ser el primer intento, ya que no todos los omegas lograban quedar en cinta en el primer celo junto a su alfa. Pero luego de múltiples intentos, se dieron cuenta que algo definitivamente no iba bien. Eso no era normal.

Desafortunadamente luego de los resultados de Levi y su negativa para seguir un tratamiento que le daría una esperanza de cincuenta cincuenta, el matrimonio sólo había durado dos años.

Cuando Levi llega a la recepción se encuentra con ella de espaldas, y no puede evitar sonreír, acercándose.

—¡Han! —la omega volteó al llamado, y Levi corrió hacia ella con los brazos abiertos una vez que la divisó en el pasillo con un montón de enfermeras y doctores alrededor, compañeros de trabajo que se alegraban de su presencia.

—¡Levi, hola! —ella sonrió y le correspondió el gran abrazo que le dio, sorprendiéndose un poco por su fuerza—. ¡Tanto tiempo!

—Se te ha extrañado tanto, Han... —menciona melancólico, sosteniendo sus manos—. Extraño esas tardes de té en la cafetería. No pude estar en el nacimiento de tu hijo, y tampoco visitarte estos meses porque realmente he estado tan ocupado que no sé ni dónde tengo mi cabeza, lo lamento tanto, soy un mal amigo...