- 07 -

5 1 0
                                        


Día 07: apodos


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Markkut no se consideraba fan del amor cursi, Sin embargo, le había tomado algo de gusto desde que había empezado su relación con Aizen. El mayor por lo general era alguien serio, inexpresivo, frío. Pero cuando estaban a solas era cuando le entregaba toda su dulzura de maneras muy especiales y bellas. Desde que Markkut le había hablado de lo mucho que le gustaban los postres, Aizen no dejaba pasar la oportunidad para hacerle algo y, aunque el postre favorito del más joven era el pastel de chocolate, le encantaba cuando Aizen le hacía pasteles y tartas de fresas, porque también hacía otros de mora azul y luego los ponía lado a lado. Aizen solía decir que el pastel de fresas era Markkut y el de moras era él mismo. Markkut no sabía por qué su pareja pensaba en él como un postre de fresas, pero tal vez era por esos postres que le había empezado a llamar pastelito cuando estaban a solas, o fresita cuando se ponía rojo. En una ocasión, sus primos escucharon que Aizen le llamó de forma cariñosa en una competencia mientras espiaban su conversación y comenzaron a ''animarle'' al son del coro; ¡pastelito, pastelito, pastelito! 

Aizen era quien más apodos le había puesto, y cada uno era igual de cursi; cuando se acurrucaban solía decirle osito. Y, en esas duras noches de dolor donde Markkut curaba sus heridas, lo llamaba angelito. 

Por otro lado, Markkut no era muy diestro con los apodos, o con demostrar sus sentimientos en general por culpa de su madre. En algún punto de su relación tuvo a Aizen registrado en su teléfono como Juan Mecánico como una clase de chiste de mal gusto. Pero a veces, cuando era el ayudante de cocina de su amado, lo llamaba cheff. Así podían divertirse mientras cocinaban. Sin embargo, con el tiempo empezó a dejarse llevar por su amor y él también empezó a ser dulce. Le había cambiado el nombre de contacto y le puso solo un emoticon de manzana. Porque le gustaban las manzanas, claro. 

Romántico.

Pero, con el tiempo, cada vez que estaban solos, cada vez que hablaban por teléfono, cada vez que se besaban, le decía amor. 

El rincón de los olvidados [FLUFFTOBER 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora