Día 30: primera vez (sexual)
La primera vez que ambos intentaron acostarse fue incómoda. Principalmente, porque Markkut en primer lugar, nunca se había acostado con otro hombre y, en segundo lugar, no planeaba dejar que Aizen le metiera... eso. No era que de alguna manera estuviera indeciso de sus sentimientos por él, estaba bastante seguro de que quería estar con él en tooodos lo modos posibles. Su cuerpo entero deseaba explorar más. Pero... la inexperiencia era demasiado bochornosa. Era como si ambos quisieran tener el control, pero simplemente no funcionó.
Ese primer intento terminó cuando ambos se tomaron un momento para mirarse en silencio, escucharon que la familia había regresado a casa y ambos rieron por haber dejado escapar tanto tiempo libre.
Cuando por fin tuvieron su primera vez, Markkut ya se había preparado mentalmente para cederle el mando a Aizen. Era lo más sensato, él ya estaba experimentado en el sexo, y el sexo gay. Era un buen expediente sexual en su opinión. Al menos podía estar seguro de que no lo desgarraría o lo que sea que suceda cuando metes cosas en lugares donde no se supone que haya nada. [1]
Markkut estaba un poco nervioso, pero su pareja supo guiarlo con gentileza y amor. Lo tocó con suavidad, le explicó qué era lo que sentía y por qué, habló con una voz delicada pero sexy de algún modo. No obstante, a pesar de que Markkut era el primerizo en hacerlo con otro hombre, Aizen también sentía que era su primera vez haciéndolo. Tal vez por que nunca lo había hecho con alguien a quien amara tan intensa y desinteresadamente como a él. Alguien a quien amara de verdad. No se sentía igual en ningún sentido a lo que hubiera compartido con nadie, su cuerpo no solo reaccionaba, sino que también era acompañado de una felicidad que le cobijaba con toda la delicadeza del mundo entero.
Para Markkut, fue algo verdaderamente íntimo permitir verse tan vulnerable ante alguien. Nunca llegó a plantear que podría pasar algo así, pero queriendo o no, ya estaba perdido de enamoramiento por ese joven. Si había alguien en el mundo entero a quien pudiera entregarle todo de sí; sus secretos, su vergüenza, su vulnerabilidad, sus debilidades, era a Aizen. Haberse entregado a él marcó un antes y un después dentro de él, dentro de ellos. Markkut finalmente había terminado de sumergirse en esa alegría, sentía que quería pertenecerle y regalarle todo lo que pudiera desear. Aunque era difícil dado a que no habían muchas cosas que pudieran hacerle falta, estaba seguro de que se esforzaría para que se sintiera completo por el resto de su vida. Incluso si en algún futuro ya no estaban juntos, seguiría dispuesto a no permitir que nada le hiciera tropezar.
Le amaba tanto, que solo deseaba que tuviera un buen resto de vida. Tal vez era un poco intenso, pero así hacía las cosas él. Con tal intensidad que regalaba todo su esfuerzo y sus pensamientos en cada segundo de su vida. Y ahora que le había entregado algo tan delicado para él mismo, todo de sí se lo entregaría a Aizen como el más cuidadoso de los presentes que jamás volvería a regalar.
[1] Esta parte en específico me resultó un poco extraña, pero esa es la manera en que piensa Markkut. Quería expresar lo nervioso que estaba con más que solo decirlo, y también que es un poco menso. Espero que en el mejor de los casos les haya parecido algo gracioso.
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El rincón de los olvidados [FLUFFTOBER 2024]
Teen Fiction¿Nunca te has preguntado, a dónde van las cosas cuando son olvidadas? ¿Qué hacen las personas cuando nadie en el mundo las voltea a ver? ¿Qué fue lo que hizo ese viejo amigo luego de salir de tu vida? Hay un lugar a donde llegan todos los olvidados...