Capítulo: 3

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Thiago.

Escondido entre una de los escondites secretos de mi casa podía escuchar claramente los golpes y maldiciones de una forma fuerte y ruda.

Eso me hacía encogerme sobre mi mismo temiendo que me fueran a encontrar y hacerme cualquier cosa.

No entiendo porque estos hombres están atacando a mi familia, yo de verdad quisiera ayudarles pero solo soy un niño pequeño que tiembla de miedo.

Un cobarde.

Miro entre el espacio chiquito que deja entrever la puerta secreta de la sala de Star como aquello sujetos encapuchados golpeaban a mis padres.

Solo podía llorar en silencio mirando como maltrataban a mis padres sin poder hacer nada.

Me tapo los oídos desesperado de tanto dolor y miedo hasta que dos disparos se oyeron fuerte y rápido lo que me hace mirar de nuevo en la ranura entre la puerta.

Para descubrir a mis padres muertos en aquel charco de sangre.....

Me despierto agitado y totalmente sudado en la oscuridad de mi habitación en la casa club para mascullar una maldición porque otra vez me están azotando esos malditos recuerdos que no me dejan desde hace años y que están acabando con mi poca cordura.

Merda.

Miro en dirección a la mesita de noche dándome cuenta que apenas son las cuatro de la madrugada.

Me lleva la chingada.

Otra noche que no podré dormir en paz de corrido.

Quizás debería retomar las sesiones con mi terapeuta.

Pero eso antes no me ayudó, así que no creo que me ayude ahora.

Suspiro con cansancio quitando las frazadas de mi cuerpo levantando me para ir hacia el baño que agradezco tener uno privado.

Así no tengo encuentros incómodos con el resto de los hermanos.

Solamente los miembros principales del club tenemos el privilegio de tener un baño privado.

Los demás comparten el que está en pasillo que conecta con las recamaras.

Tengo una casa propia, la cual nadie ni siquiera el Prez sabe de ella, ya que casi no voy porque el silencio que hay ahí solo me trae malos recuerdos que he tratado todo este tiempo olvidar.

Me da miedo abrirme de nuevo y que me arrebaten aquello que ame realmente.

Eso me hace recordar a esa dulce Pelirrojiza de curvas de muerte que se ha estado colando en mis sueños y anhelos más profundos.

Aprieto la mandíbula porque no debería pensar en ella, aunque sea para mi mismo porque no está bien.

Estoy tan roto que no creo ser capaz de entregar nada, solo fragmentos de mí y ella se merece todo.

También recuerdo que el Bozzolo de Matthew está interesado en ella y me dan ganas de molerlo a golpes.

Pero no lo hago porque ella no es mía, no merece tanta mierda en su vida.

Porque eso es lo que se le vendrá encima si yo cometo la estupidez de dejarla entrar en mi vida.

En fin...

Lavo mi cara y dientes terminando por despertar completamente.

Me cambio por un jogger negro con franela blanco y zapatillas para hacer ejercicio.

Perdido Entre Sus Curvas (Saga Vikingos MC # 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora