Verdadedos Sentimientos

Capitulo 7

Hoy tenía una actuación importante. No era la protagonista principal, pero mi papel tenía su relevancia, y estaba decidida a dar lo mejor de mí. Cuando se abrió el telón, el teatro estaba lleno; podía sentir la emoción y la expectación de la audiencia. Los focos iluminaban el escenario, y todo mi ser se entregó a la actuación. Me perdí en el personaje, en sus emociones, en su historia. Fue una de esas actuaciones donde sientes que logras capturar la atención de cada persona presente. Cuando terminó la obra, las ovaciones no se hicieron esperar. Podía escuchar los aplausos y los murmullos de admiración. Algunos compañeros y compañeras del reparto se acercaron a felicitarme. "Lo hiciste increíble, Ichinose." "¡Qué actuación tan maravillosa!" Agradecí sus palabras, sonriendo, pero mi corazón no estaba completamente contento. 

Al final de todo, los representantes del teatro se acercaron a los actores. Los cazatalentos. Estaban ahí para buscar a las futuras estrellas de la industria, a esos actores y actrices que destacaban por encima de todos. Una parte de mí esperaba que me eligieran, que me reconocieran. Pero el tiempo pasó y, uno a uno, los otros fueron llamados. Yo no. Intenté fingir que no me importaba, que no me afectaba. Pero al salir del teatro, mientras caminaba entre la gente que comenzaba a dispersarse, sentí cómo el peso de la decepción se instalaba en mi pecho.

Aun así, hubo algo que logró aliviar un poco ese mal sabor de boca: lo vi a él. En medio de la multitud, allí estaba Kazuya, observándome con una sonrisa nerviosa y ojos llenos de orgullo. Y por un momento, sentí que todo valía la pena. Que, de alguna manera, su presencia lo hacía todo más llevadero.

No pude evitar recordar un momento que compartimos hace algún tiempo, después de otra actuación. Recuerdo que estaba particularmente desanimada ese día. "Tal vez nunca lo logre," le había dicho. "No soy tan talentosa como las demás." 

Kazuya se había molestado, de una manera que rara vez lo veía. Sus cejas se fruncieron y su voz se alzó con una determinación inusitada. "¿Cómo puedes decir eso? No puedes rendirte, Chizuru. Te alquilaré todas las veces que sean necesarias para que cumplas ese sueño, ¿entiendes?" Su intensidad me dejó atónita. Había algo en su tono, en su postura, que transmitía una certeza tan absoluta que me hizo replantearme mis propias dudas.

Pensar en eso aún me hacía sonreír. No podía evitarlo. Por mucho que quisiera mantenerme distante, por mucho que intentara no depender de él emocionalmente, siempre había algo en Kazuya que lograba derribar mis barreras. Su terquedad, su obstinación, su... autenticidad. 

Ahora, en el presente...

La cita de hoy con Kazuya comenzó como cualquier otra. Me había alquilado nuevamente, y aunque en el fondo sabía que esto era parte de nuestro "trabajo", no podía evitar sentir una extraña mezcla de emoción y confusión cada vez que lo veía. Nos encontramos en la called de nerima, como de costumbre, y me llevó a un restaurante que ambos solíamos frecuentar.

Kazuya sabía que había tenido cosas importantes y eh estado ocupada, asi que trató de animarme de otras maneras, con una conversación ligera y bromas tontas. A veces, su torpeza me arrancaba una sonrisa a pesar de mí misma.

A medida que avanzaba la cita, hablábamos de nuestros planes, de cómo continuaríamos con la mentira para nuestras abuelas, de lo que haríamos en la semana. Kazuya siempre era considerado al respecto; a menudo tenía ideas, y aunque algunas eran descabelladas, no podía evitar sentirme agradecida de que se preocupara tanto.

—Sabemos a todo, esto te tendria que comprar algo—sugirió, pensativo. —Así tendríamos una excusa para otra para nuestras abuelas ¿no crees?

—Mmm, si pero.. no se realmente. —Respondí, dejando escapar un suspiro. —Todo este montaje de mentiras se estaba volviendo cada vez más complicado...