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Me había despertado al lado de Jeongin, baje cuidadosamente de la cama y fui directamente al baño. Mi peluca se estaba cayendo, mi maquillaje se había corrido y mi ropa estaba arrugada. Si despertaba alguna vez así me descubrirán.

Me bañe, salí del cuarto y me dirigí a la cocina, prepare el desayuno, corte algunos vegetales para el almuerzo hasta que me corte la mano.

Fui a la habitación qué compartía con Jeongin y busque unas vendas mientras intentaba encontrar aquello tropecé, apoye mi mano sobre la cama y esta termino manchada por la sangre que caía de mi palma.

Encontre las vendas, me desinfecte la herida y estaba dandole la vuelta a la sábana que luego la iría a lavar.

Miré hacia un costado pero... ¿Dónde está Jeongin?

-¡Hae, despiértate, dentro de poco tenemos que ir a la empresa! -grito Minho.

Todos entraron viendo una escena muy particular.

Yo con la sábanas ensangrentadas y mi cara desesperada.

Los chicos vieron las sábanas de mi cama y pensaron que justo te había bajado la menstruación.

-¡Oh dios mio...! -exclamó Hyunjin.

-Ya se desangró -susurró Minho.

-Q-que...-tartamudeo Jisung.

- Se va a morir...-dijo Seungmin.

-¿¡HAE QUE TE PASÓO!? -gritó Felix.

-No me digas que...- murmuró Bangchan.

Changbin y Jeongin estaban en shock.

-No es lo que creen solo estaba cocinando el desayuno y me lastime cortando los vegetales -mencioné.

- ¿Estás bien? Eso debe haber sido realmente doloroso - preguntó preocupado Seungmin.

-Ven, dejame curarte - hablo Changbin - deberías tener más cuidado.

-No siempre tienes que cocinar sola, te podés ayudar y acompañarte - dijo Bangchan.

-Gracias.

-Bueno toca arreglar todo esto - mencionó Félix - Que se quede en mi cuarto esta noche.

-Pero compartes habitación con Jisung, ¿cómo vamos hacer? - pregunté.

-Tranquila, hoy iba ir a quedarme con un amigo - contesto Han.

-Oh, entonces... está bien.

Llevaste a lavar las sábanas, fuimos a la empresa y prácticamos algunas coreografías.

En los descansos bailaba algunas coreos de Twice y Félix se unía.

A la tarde volvimos a casa, los chicos me invitaron a jugar algunos videojuegos qué no conocía y disfrute los que quedaba del día.

Aunque en el fondo sentía culpa al mentirles.

Mi deseo soñadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora