you treat me like a stray dog, be one with me [FREDDYTABO]

circulo vicioso

Evitar a Jack Conway no era tarea fácil, por suerte él llevaba más de cuatro años especializándose en ese área, salió lo más rápido que pudo de comisaría con uno de los coches K que había en el estacionamiento, condujo sin destino y en completo silencio, su mente no procesaba ningún pensamiento estaba en completo modo avión, tuvo que entrar de servicio para poder desactivar las cámaras del coche, ni siquiera se había equipado, no tenía radio aparte de la del auto y no llevaba arma ni taser.

Entró en autopista y aceleró a una velocidad probablemente ilegal, con todas las ventanas abiertas menos la suya que estaba apenas unos centímetros abierta así el viento solo movía su cabello y no lo asfixiaba directamente, al llegar al norte empezó a dar vueltas por carreteras poco concurridas, gracias a las curvas y la cantidad de veces que usó el freno de mano en la zona abierta una de sus llantas reventó dejándolo por unos segundos derrapando por la tierra. bajó del auto y como pudo lo empujó hasta dejarlo a una orilla de la carretera, sin radio ni ganas de llamar a nadie caminó un poco hasta ver el final de un pequeño río en medio de las montañas, siguió la corriente hasta que el agua ya llenaba gran parte de la abertura, se sacó los zapatos y las medias, arremangó sus pantalones y empezó a adentrarse al agua.

Frente a él una piedra en medio del río lo llamó por la perfección de su forma, se sentó dejando sus pantorrillas dentro de la corriente que de alguna manera sentía que se llevaba con sigo todo lo que le abruma, un sentimiento extraño, por fin sentía su rostro y mandíbula relajarse, llenó sus pulmones con el olor a tierra mojada y la humedad de los árboles a su alrededor, precisamente ese un día repleto de flaquezas e introspección le había llevado a esto, estar sentado esperando algo que sabía que no llegaría, anhelaba que alguien llegase a sentarse con él, pero nadie sabía que estaba ahí. De todas maneras no pensaba en quién quisiera que estuviera, se dedicó a contemplar lo fácil que era todo mientras era lentamente atraido por el agua. Sabía que el río no tenía un final peligroso y cada vez sus ganas de acostarse boca arriba y dejarse llevar era más grande pero alcanzó a sentir su teléfono vibrar "Acabo de hablar con el viejo ¿Dónde andas?" no respondió, en vez de eso fue directo a llamar a Gonzalo para que lo recogiera donde estaba y éste sin rechistar se puso a ello, estaba lejos así que tenía tiempo de hacer algo más, pero una voz lo detuvo.

—Gustabo— sabía que era Pogo el que le hablaba pero de alguna manera pudo escuchar aquel llamado como si viniera de fuera de su cabeza lo que hizo que volteara un poco desorientado.

—... ¿Qué quieres?— respondió ignorando lo anterior.

—Pogo quería disculparse con Gustabo por lo que le dijo al comisario.

—Sinceramente Pogo, ya no lo quiero seguir repitiendo ya sabes lo que...— se le erizó el cuerpo entero quedando helado por un momento, no sabía exactamente qué había visto, o simplemente se intentaba convencer de ello; Alcanzó a divisar una cara blanca y cabellera rizada, imposible —¿Qué carajo?

Parpadeó varias veces asegurándose de que no hubiese nada que lo confundiera, alcanzó su cuello en busca de pulso fijándose con certeza que no estuviera muerto o dormido, se sintió extraño pero quiso seguir, intentó salir del río y acercarse al patrulla para esperar allí a Gonzalo, antes de llegar a la orilla sintió un susurro detrás de su oído y justo después escuchó la irritante voz de Pogo.

—Gustabo no quiere ni siquiera pelear con Pogo, vaya mierda.

—Callate ¿Acaso no viste eso?

—¿El qué?— preguntó con pleno desinterés.

Ya notaba la paranoia explotar en su cuerpo, un efecto que detesta, aunque suele ser uno de sus acompañantes más comunes le irritaba la constante presión en su pecho, las náuseas y las múltiples dudas que le pasaban por la cabeza. No era una reacción extraña en él, lo que le parecía singular era la razón de su episodio de ansiedad, juraba que había visto en carne una parte de él que era imposible deshacerse o siquiera separarse.