you treat me like a stray dog, be one with me [FREDDYTABO]

comoda insensibilidad

7:09 am

La comisaria ya estaba en su total función, iban llegando policias para reemplazar a los del turno de la noche y como cada mañana la ciudad despertaba lentamente; Freddy se revolcó en su lugar al empezar a escuchar el sonido natural de comisaria poco caótica a esa hora, se obligó a abrir los ojos para poder quitarse el cansancio de encima poco a poco, quedó mirando al techo y despues de un largo suspiro sintió como algo le presionaba el estomago, bajó la mirada para ver la palida mano de Gustabo abrazandole con un agarre firme, dirigió sus ojos al rubio, analizando de pies a cabeza como su cuerpo se veía completamente sereno. Ese estado le hacía perder años con facilidad, su cabello sin gel, alborotado cayendo sobre su frente, los ojos medianamente cerrados tan relajados como su ceño y la comisura de la boca cubierta por los cachetes; Lo único que parecía no ceder a tal tranquilidad eran sus brazos que no habían alivianado la fuerza con la que sostenía el cuerpo del pelinegro.

Se dio la vuelta hasta quedar cara a cara con el rubio, haciendo chocar sus respiraciones hasta el momento de coordinarse, con la piel erizada lentamente cerro sus ojos para aprovechar ese ambiente plagado de paz, parecía que el tiempo se congelaba por unos segundos posicionando su brazo arriba del otro y decidió dejarse llevar por el sueño y el deseo.

Una luz extremadamente brillante hizo que se cubriera los ojos con el antebrazo lo mas rápido que le permitía el desaliento, vio que Gustabo ya estaba despierto e incorporandose exaltado, volvió la mirada en dirección a la puerta y divisó una figura imponente, mientras trataba de enfocar su vista, le escuchó insultar en voz baja, al recuperarse subió la mirada y vió a Conway con los ojos a punto de estallar con la piel de color casi completamente rojo.

-¿Qué cojones crees que haces subnormal?- dijo fijadose en Freddy que pasaba sus dedos por el cabello peinandolo hacia atras.
-Mira Conway, no es...
-Callate y trae tu culo a mi oficina- se alejo a paso decidido seguido de Freddy que iba con un aire desinteresado y Gustabo detrás que solo insultaba para sí mismo -Creen que me van a ver a mi la puta cara ¡a mi!?- siguió murmurando mientras se sentaba detras de su escritorio.
Gustabo paso a sentarse a uno de los sillones viejos que adornaban la oficina y Freddy apoyó sus manos sobre el respaldar de la silla frente a su jefe; Conway solo paseaba la mirada intercalandola entre ambos sujetos, no dejaba de mover las manos pensando qué hacer consigo mismo, su hijo y su mejor amigo, temblaba y movia los labios sin emitir sonido alguno.

-Freddy, empieza a explicarte antes de que te pegue un tiro aquí y ahora, tienes un minuto- salió de su ensimismamiento respirabdo hondo para mantener la compostura.
-Vale, esta madrugada entramos con Isidoro después de un robo y a la salida de comisaría vimos como un imbecil no se le quitaba de encima a Gustabo, los apartamos y ayude a la rubia a curar sus heridas mientras Isidoro se seguía al otro, despues ya era muy tarde y nos quedamos dormidos no hay mucho más- no sabía muy bien porqué mentía y porqué a Conway si era la única persona en la que confiaba, solo sabía que necesitaba proteger ese momento y a Gustabo, aún no sabía con exactitud cómo se había cortado la piel y mucho menos cómo se pudo romper la mano.

Conway lo analizó con el ceño fruncido por un momento, Freddy sabía que no se lo tragaba del todo se conocían demasiado bien como para que una mentira tan debil pasara desapercibida. Le dio un gesto de rendición subiendo una ceja y volvió a quedar en silencio.

-Vete a patrullar Trucazo, vas tarde- sin más levantó una mano y la sacudió para echarlo del lugar, el pelinegro acudió sin decir nada y salió sin siquiera dirigirle una mirada a Gustabo.

Al salir escuchó cómo Conway se levantaba de su asiento y el tacón de sus zapatos de vestir sonaban contra el suelo, no pudo evitar sentir curiosidad, no era una situación muy común en comisaria mucho menos si incluía al hijo del superintendente.
Conway afirmaba intentar mejorar las cosas entre ambos, decía una que otra cosa que ganaba la poca confianza del rubio a esa relación ya condenada.