Una velada en la que la magia se entrelaza con la realidad, transformando el habitual salón de baile de los Featherington en un escenario digno de un cuento de hadas. La atmósfera está impregnada de un resplandor dorado que parece emanar de las paredes mismas, como si la opulencia del salón hubiera cobrado vida. Los candelabros brillan con una luz más intensa de lo habitual, proyectando destellos que parecen danzar en el aire, envolviendo a los invitados en una suave neblina de ensueño.
Las hermanas Featherington, Philippa y Prudence, entran al salón con un aire de entusiasmo infantil. Sus vestidos, elaborados con telas de colores vivos, parecen haber sido hechizados, reflejando destellos de luz que se transforman en pequeños fuegos fatuos a medida que se mueven. Sus risas, claras y despreocupadas, resuenan como campanillas, añadiendo un toque de alegría pura a la escena.
Penélope Featherington, con un vestido de tono suave y discreto, parece menos afectada por la magia que rodea a sus hermanas, pero hay algo especial en ella. A medida que se mueve con gracia por el salón, pequeñas partículas de polvo estelar caen suavemente desde el techo, iluminando su camino con un brillo plateado. Su expresión es serena, pero sus ojos reflejan la misma luz que la envuelve, brillando con una mezcla de asombro y anhelo.
La música que llena el salón tiene una cualidad etérea, como si viniera de un lugar más allá de este mundo. Cada nota parece resonar en el aire, vibrando con una energía que afecta tanto a los cuerpos como a las almas de los presentes. Los músicos, situados en un extremo del salón, parecen tocar instrumentos que no solo emiten sonidos, sino también luces que se elevan en espirales hacia el techo, creando un cielo estrellado bajo techo. Los candelabros sueltan chispas doradas que flotan en el aire, y las paredes del salón se desvanecen, revelando un paisaje de fantasía: un vasto jardín bajo un cielo nocturno lleno de constelaciones brillantes y auroras boreales que bailan en el horizonte. Es como si el salón hubiera sido transportado a un reino mágico, donde la realidad y la fantasía se han fundido en una experiencia sensorial única.
Las hermanas Featherington, ahora completamente inmersas en la magia de la noche, parecen flotar mientras bailan, sus risas y movimientos ligeros como el aire. Y aunque la noche está llena de encantos, hay un momento de quietud cuando todos los presentes se detienen, maravillados, para presenciar la verdadera magia de la noche: un instante en el que el tiempo se detiene, y el salón de baile, el jardín encantado, las luces, y las hermanas Featherington se convierten en una sola obra de arte viva, un cuadro en movimiento que captura la esencia misma de lo mágico.
Este es un baile que nadie olvidará, donde la magia ha transformado lo ordinario en algo extraordinario, dejando una huella imborrable en los corazones de todos los que tuvieron la suerte de presenciarlo. Porque este salón, seria espectador de la revelación de uno de los secretos mejor guardados de todo Mayfair, seria testigo de una declaración que dejaría a más de uno sin aliento.
En cuanto La Reina Charlotte entro a ese salón todos quedaron en silencio, esperando la crítica que haría al baile que se estaba presenciando y al cual supusieron no se presentaría, pero ahí la tenían recorriendo el salón con una sola mirada y asintiendo con la cabeza.
Nada mal – Esas palabras hicieron que las hermanas Featherington saltaran de alegría y que los músicos volvieran a tocar y todos siguieron disfrutando de la música, la comida, la compañía, del momento.
Penélope veía el reloj cada minuto esperando que el tiempo para más rápido o más lento, aun no estaba segura de lo que quería en ese instante estaba muy nerviosa, temía la reacción de su madre, de sus hermanas, de la sociedad, pero si tenía claro algo quería hablar con Colin, quería decirle lo que pasaría, que estuviera enterado de sus planes y que si él lo deseaba podría decir que el descubrió su secreto y por eso no se presento a la boda, con eso limpiaría su nombre y el volvería al mercado matrimonial sin ningún inconveniente.

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Rupture
RomanceLa confianza en una pareja sentimental es como el hilo que teje la intimidad y el amor. Cuando ese hilo se rompe, el tejido de la relación se deshace, dejando al descubierto las vulnerabilidades y los miedos más profundos. La traición, sea cual sea...