UA: La Flor De Un Demonio.
Ya habia pasado un año desde que los cazadores pudieron acabar con Muzan y todos los demonios. Los sobrevivientes siguieron con sus vidas, a lado de sus seres queridos o volviendo a empezar.
En la finca mariposa, se llevaba a cabo una reunion de la pareja de la finca.
Tanjiro: ¿Qué? —Mira con confusión a Kanae.
Kanae: No quiero que seas humano —Dijo con seriedad.
Tanjiro inclino au cabeza en confusión, ¿porque le pedia que no vuelva a ser humano?.
Tanjiro: Kanae...¿porque no quieres que sea humano?.
El Kamado le pregunto con toda su gentileza, queriendo saber el motivo del porque su esposa le pedía que no volviera ser humano. No podian entender.
Kanae: Tanjiro, sabes que te amo, ¿no?.
El demonio asintio.
Kanae: Y si llevo este anillo en mi dedo es porque decidí pasar mi vida contigo —Levanta su mano con el anillo.
Tanjiro no dijo nada.
Kanae: No quiero que seas humano..... porque no quiero perderte —Le dijo con un tono suave —Dijiste que los que tengan la marca moriran a los veinte y cinco años, y como no sabes exactamente cuanto tiempo llevas como demonio, que pudiera ser más de esos años, tu puedes morir se te aplicas esa medicina.
Las lagrimas salian de los ojos lilas de la Kamado y bajaban por sus mejillas mientras hablaba. Tanjiro no decia nada, solo miraba con sus puños apretados a Kanae.
Kanae: No quiero que mueras... sniff... Nos acabamos de casar..... sniff sniff.... Y quisiera.. sniff .... que nuestros hijos tengan un padre.
Tanjiro, sin soportar más, se acerco y limpio sus lagrimas del rostro de su esposa con sus dedos.
Tanjiro: Tal vez no... No tenia la marca cuando era humano, la desperte al ser un demonio.... tal vez no me afecte si soy humano de nuevo.
Kanae: ¿Y si lo hace? —Le pregunto, no estando segura.
Tanjiro pensó, a decir verdad, el tampoco estaba muy seguro de eso. Su maestro pudo haberle enseñado sobre la marca, ¿pero eso?, ni siquiera Yoriichi pudiera estar seguro. Si lo que Kokushibo le dijo fue cierto, Yoriichi pudo vivir más allá del limite de la marca, pero el no sabía como él lo hizo. Además, su esposa tenía razón; ¿que le asegura que si vuelve a ser humano, no morira de una vez por su marca?.
Tanjiro: —Suspira —Esta bien, Kanae. No tomare esa medicina.
Los ojos de la pelinegra se iluminaron al escucharlo decir eso
Kanae: Gracias, esposo mío.
