14. Revelaciones inesperadas (L)

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Cuesta respirar debido a la presión y a la gran velocidad con la que nos estamos precipitando al vacío. Lo último que he visto ha sido a Will salir disparado por la ventana gritando algo que no hemos alcanzado a escuchar, algo sobre que intentaría frenar la caída. «¿Moriremos?» mi mente penas puede distinguir entre mi pensamiento y la realidad.

— Si esos tres no logran reactivar el dispositivo de antigravedad nos convertiremo en pura papilla de héroes. —suelta Warren cerca de mí

Abro la boca para intentar decir algo pero siento que me flaquean las fuerzas por la enorme presión sobre nosotros. «Tenemos que hacer algo, ¿no?» Apenas pienso esto que me veo rodeada por los fuertes brazos de Warren, formando una especie de escudo el cual incluso protege mi cabeza envolviéndola con sus manos. Me veo apretujada contra su pecho y de pronto todo deja de verse tan aterrador. Warren emana calidez y de algún modo siento alivio.

— ¿W-warren? —alcanzo a decir en alto, como puedo, estoy prácticamente enterrada bajo él

— L-lo siento —escucho que dice cerca de mi oído— F-fue impulsivo —pero no se aparta, al contrario, siento que me abraza más fuerte

Muevo mi cabeza para tratar de respirar y nos encontramos nuestros rostros a escasos milímetros. Tiene las cejas curvadas en una expresión de preocupación. «Posiblemente yo haga esa misma expresión». Cierro los ojos por un segundo y trato de encontrar coraje aprovechando esa inesperada protección que me ha brindado. Con rapidez, canalizo mis poderes y extiendo mis brazos alrededor del cuerpo de Warren, envolviéndonos a los dos en un abrazo completo.

— Nos voy a proteger —le digo con toda la serenidad que puedo de transmitir

Expando un manto de plantas, enredaderas y flores que nos cubren por completo, entrelazándose entre sí y tejiendo un grueso manto de madre naturaleza. «Cuanto más grueso sea este escudo, mejor absorbirá el posible impacto». Clavo mis uñas en la espalda de Warren, preparándonos para lo inevitable.

— Eso no me lo esperaba, hippie —se ríe por debajo de la nariz

— Me sigues subestimando, ¿cerilla? —aprieto los labios conteniendo una sonrisa

«¿Siempre ha sido así?»

Como si me hubiera leído la mente, cambia la forma en la que me envuelve con sus brazos para dejar un poco más de espacio entre nosotros, como si no quisiera hacerme sentir incomoda por la imprevista cercanía entre ambos. Me resulta imposible apartar mi mirada de la suya, siento que sólo quiero seguir así. «Un poco más...» Levanto mi cabeza un poco más y nuestras narices se tocan. «¿Qué estás haciendo?» detengo mi impulso de besarle.

«¿¡BESARLE!?¿IBA A BESAR A WARREN?

Giro mi cabeza rápidamente, tratando de recuperar la cordura. Noto entonces como los labios de él acarician mi coronilla con suavidad y mi corazón, ya acelerado por toda la situación de estar a punto de morir, todavía late con más fuerza. Siento como mis mejillas están ardiendo y por un segundo pierdo la fuerza.

— ¡CHICOS!

Alguien está gritando a lo lejos.

— ¡¿Layla?! —«es la voz de Will»— ¿Layla estás ahí dentro?

Noto como Warren me libera del abrazo pero me veo incapaz de mirarle a los ojos así que rompo el escudo que he formado. Las enredaderas se consumen por completo ante mi toque y me doy cuenta entonces de que he estado todo el tiempo temblando.

— ¡Layla! —grita Will volando hacia mi— ¡Lo hemos conseguido!

Sin previo aviso me coje por la cintura y me eleva hacia el techo del gimnasio. Aquello me pilla completamente desprevenida porque me aferro con miedo a los brazos de Will.

Rosas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora