¿SOY SU DESTINO? (Diana Prince y tú)

Capítulo 4.

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Lena y yo nos quedamos hablando mucho más tiempo del que debíamos, nos pusimos al día y me enteré que Kara había tenido una pelea fuerte con unos alienígenas que usaron kriptonita en ella, pero ya estaba mejor. Cuando acabamos la llamada ya eran casi las cuatro de la tarde, salí de la habitación encontrando a Diana nada más en lo que era la sala, también estaba Alfred trabajando en un guante de Bruce.

— ¿Los chicos?— miré a Diana pero ella solo me miró un momento con el ceño fruncido y volvió su mirada a la computadora, suspiré y miré a Alfred.

— Fueron a buscar pistas, señorita— asentí— el señor Arthur ha vuelto a Atlantis, el señor Victor fue a ver algo relacionado a su padre y mi amo junto con el joven Barry han ido por las pistas— asentí sonriendo un poco y me senté junto a Diana mirando lo que hacía en la computadora, si me sentía un poco mal por hacerla enojar.

— ¿Es una comunicación para Themyscira?— ella solo asintió mientras seguía escribiendo códigos.

Suspiré levantándome de su lado y yendo a poner la tetera para un buen té, enseguida Alfred vino hacia donde estaba quitándome de la cocina y sonreí un poco.

— Un consejo, señorita— lo miré mientras él acomodaba todo para el té— cuando una dama está molesta solo hay que complacerla con lo que ella más desea— él miró— piense que es lo que más desea la señorita Prince y hágalo, me lo agradecerá luego— sonreí asintiendo.

Diana lo que más deseaba desde que comenzamos a compartir habitación era dormir conmigo, lo vi en su mirada cuando arreglé el sofá para dormir. Si es verdad que no quería tener ningún contacto con Diana, eso era lo que podía pensar estando lejos de ella, pero verla todos los días y compartir habitación con ella me ha hecho ver lo mucho que la extrañé y lo mucho que extrañé aunque sea estar en el mismo lugar que ella.

Alfred después de eso me dio el té y me indicó que le llevara el de Diana, me acerqué soltando un suspiro para después dejar el té a su lado, coloqué mi mano en su hombro dando una pequeña caricia en el mismo. Diana se estremeció un poco sin mirarme y después vi aparecer el sonrojo en sus mejillas, ella me miró y le sonreí un poco para después apartarme de allí con mi té, solo me fuí hacia donde Alfred para ver su invento.

Los chicos llegaron más tarde dando un poco de información de Steppenwolf, al parecer estaba esperando un momento justo para atacar y no podíamos dar con él aún, fruncí mi ceño por esa estupidez de que no podamos localizar a Steppenwolf. Lo que pasó luego es que todos estaban discutiendo y hablando de como encontrar a Steppenwolf, Diana de nuevo estaba a punto de mandar a Bruce contra una plataforma por ser un verdadero idiota, pero simplemente me interpuse en el camino de Diana y la tomé de la cintura alzandola en mi hombro.

— Bájame, ______— no estaba haciendo caso a lo que me decía, solo estaba terminando de entrar a nuestra habitación.

— Listo— la bajé colocándola de pie en el suelo con cuidado— debes dejar de querer matar a Bruce cada que dice una estupidez— ella se cruzó de brazos mirándome molesta.

— Como sea— reí un poco.

— Quédate a descansar ya— ella negó e iba a salir de la habitación, pero la detuve— si vas a matar a Bruce entonces no saldrás— ella gruñó y se devolvió para después sentarse en la cama.

Ninguna de las dos dijo ninguna palabra hasta que ella se calmó y volvimos a la sala, los chicos respiraron aliviados cuando vieron el semblante relajado de Diana, pero aun así siguieron discutiendo el cómo encontrar a Steppenwolf. Solo rodé los ojos y me senté en la computadora donde Diana había estado toda la tarde, comencé a escribir en ella con el fin de hackear algunas cámaras de la ciudad y otras partes para dar con el idiota, pero era muy tardado así que el bombillo en mi cabeza se prendió automaticamente.