¿SOY SU DESTINO? (Diana Prince y tú)

Capítulo 8.

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Ella se quitó detrás de mí y yo deslicé la silla hacia atrás dejando un gran espacio entre la mesa y yo para levantarme, cuando lo iba a hacer simplemente sentí como Diana rápidamente se sentaba en mis piernas. Rodeó mi cuello con sus brazos y mis manos automáticamente fueron a su cintura, ella me miró a los ojos y después me abrazó para suspirar.

— En serio te extrañé— susurró y la abracé fuertemente, agradecí que ella era semidiosa, la fuerza con que nos estábamos abrazando no era para un humano.

— No me había dado cuenta cuánto te extrañé hasta que te comencé a ver todos los días— susurré y ella se separó de mí.

— Realmente me arrepiento de todo lo que dije aquel día, me arrepiento de alejarte de mi vida y de todo lo que pasaste por mi culpa— suspiré mirando a otro lugar de la habitación, después de nuestra pelea yo tuve que comenzar a hacer trabajos para ganar dinero y vivir en este mundo.

— Fue difícil, fue difícil hacer todo lo que hacía solo para poder vivir— la miré — no entiendo aún cómo no perdí mi humanidad, aunque tengo la ligera impresión de que fue por el pensamiento de mi madre, mi cultura y dónde nací— sonreí un poco— me repetía que debía hacerlo para vivir, hasta que lograron retenerme y no logro saber cómo lo hicieron— suspiré — hice daño por muchísimos años, hasta que me pude liberar y comenzar a trabajar— acaricié su cintura— luego llegué a la empresa de los Luthor y Lena creció, yo conocí a Lena cuando tenía cuatro años y es por eso que ella sabe lo que soy— reí un poco— su expresión cuando se enteró que no envejecía, eso fue lo mejor— Diana rió un poco secando sus lágrimas — Lena Luthor se convirtió en un pilar fundamental en mi vida, Diana— la miré a los ojos— me ayudó a perdonarte, me ayudó a sanar todo lo que tenía dentro y me ayudó con todos mis demonios durante todos estos años— Diana acarició mi mejilla — aunque ahora ella se dedique a hacerte rabiar junto con su esposa— Diana rió.

— ¡Lo sabía!— reí un poco— las ví besarse y no te dije porque no sabía quién era tu novia— reí negando.

— Ninguna, solo son niñas— Diana sonrió acariciando mi mejilla y sus ojos brillaban.

— Perdón por todo el daño que te hice, perdón por todo lo que pasaste y sé que un perdón no es suficiente— dejó un beso en mi mejilla — pero te voy a demostrar cada día lo mucho que te amo y lo mucho que realmente lo siento, te voy a demostrar cuánto te amo— besé su mano.

— ¿Qué fue lo que te dijo Steve antes de hacerte deshacer el deseo?— Diana se sonrojó riendo un poco.

— Él me dió un golpe— la miré confundida — no literalmente, pero me dijo que si no lo podía ver era porque era una lesbiana ciega— abrí mi boca sorprendida— dijo que siempre estuve enamorada de ti y no lo veía porque me deslumbre con un hombre, dijo que si no hacía nada al respecto iba a buscar la manera de volver una segunda vez para golpearme por idiota— reí negando— desde ese día reevalue todos mis sentimientos y me di cuenta que Steve tenía mucha razón, estaba enamorada de ti mucho antes de que lo descubriera— reí un poco sintiendo mis mejillas arder.

— Bueno, tenía un muerto que decírtelo para creerlo— Diana me dió un golpe en el brazo— ¡Diana!— Hice un puchero sobando mi brazo.

— Ni siquiera fue tan fuerte— la miré incrédula.

— ¡Eres una semidiosa y yo una simple amazona, claro que sí dolió!— ella rió y solo colocó su mano en mi nuca atrayendo me a ella para después besarme.

Suspiré colocando mis manos nuevamente en su cintura mientras la besaba, aún no podía acostumbrarme a que la mujer que más amaba me estaba besando.

Días después.