La familia Targaryen estaba dividida por el bando verde y el bando negro, a ambos pequeños se les impediría ser cercanos, pero estos no seguirían las reglas.
Esta historia está basada en la casa del dragón.
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El viento cada vez era más fuerte, los pasos de los jóvenes platinados eran cada vez más rápidos, iban deprisa para dormir con una sonrisa de oreja a oreja.
Al entrar al castillo de Drifmark una voz femenil exclamó. —¡Ahí están!— volteando a ver a todos a su alrededor. Visenya miro confundida a sus hermanos quienes se encontraban ahí con las gemelas de Daemon.
—Aquí estamos— contesto el rubio con una mueca de irritación en su cara, sabía que si sus sobrinos estaban nada bueno habría de pasar.
—¿Que hacías con el dragón de mi madre?— señaló la morena mayor al joven platinado, este torció un poco los ojos mientras se acercaba lentamente a ella.
—Vhagar ahora me pertenece y tú madre está muerta— contesto sin ninguna expresión. La pequeña platinada abrió los ojos a escuchar tales palabras salir de la boca del joven pues nunca había hablado con tanta dureza, él siempre había sido cuidadoso con las palabras que decía pero esta vez no lo fue, la niña deliciosa frunció el ceño un poco mostrándose enfadada, dio un pequeño pellizco en el brazo de Aemond y este se quejó.
—¿Eso por qué fue?— pregunto con la ceja arqueada. La platinada inclinó la cabeza y miró a sus primas—Acaban de perder a su madre— susurró que sólo el joven platinado pudo escucharla. El solo asintió cuando inesperadamente recibió un golpe en su mejilla.
La niña deliciosa volteo rápidamente y vio a Baela enojada mirando a Aemond su mirada tenía un enojo que no había visto antes en una niña, pero antes de poder decir algo el platinado devolvió el golpe esto hizo que se convirtiera en pelea.
Todos los jóvenes en esa habitación se enfrentaron contra Aemond excepto por Visenya quien estaba parada en shock sin saber que hacer, a quien defender o a quien golpear ya que todos pertenecían a bandos diferentes los cuales ella apoyaba a todos.
Lo único que se le ocurrió hacer en ese momento fue quitar a sus dos hermanos Jace y luke de un empujón lo que hizo que ambos callaran en el frío pavimento. Esto fue de gran ventaja para el rubio y quitó a sus dos primas que seguían golpeándolo, él platinado se levantó rápidamente tomando una piedra que se encontraba cerca de él.
—Haré que Vhagar los queme— levantó el mentón— y morirán gritndo como su padre— dijo señalando a los castaños.
Visenya se puso delante de este con el ceño fruncido y este hizo mueca de confusión—¿Visenya enojada conmigo?— se preguntó a si mismo.
—Vuélvelo a decir— amenazo la platinada, aunque amaba a su tío nunca permitiría que volvieran a insultar a sus hermanos, era una ofensa grande para ellos y para su madre.
