TERCER TIEMPO

CAPÍTULO III

Buenos Aires
2 meses después

Habían pasado dos largos meses desde el día en que me enteré que Lautaro me había sido infiel. Sí, me costó mucho superarlo, ya que fue mi primera y única relación amorosa. Fue intensa, hermosa y bella, debido a mis sueños de adolescente.
Recuerdo todavía lo que hice luego de haber huido de casa de su amigo, Marcos… lo recuerdo todo demasiado bien…

Flashback

Había manejado el auto de pilar con el celu tirado a un costado de la puerta del copiloto. Estaba yendo sin sentido alguno, solo quería ir lo más lejos posible. Entre tantos pensamientos disruptivos y confusos en mi mente llegué a un parque abierto. Había muchos árboles y bastante verde. Decidí estacionar el auto y bajar para poder estar en paz. Con suerte, el lugar estaba vacío ya que la tarde-noche estaba aplacada por una leve llovizna y las temperaturas frías se hicieron sentir. Me senté debajo de un pino y comencé a llorar enérgicamente para poder liberar toda la frustración del momento. Tomaba un mechón de pelo de cada lado y me los estiraba mientras inclinaba mi cabeza hacia abajo sin reprimir mi llanto. Creo haber estado así durante media hora hasta que me cansé. Al levantar la cabeza me di cuenta de que ya era bastante de noche y recapacité que el auto ni siquiera era mío. ¡Qué idiota! Estaba en el auto de Pilar sin siquiera haberle contestado las llamadas.

Me levanté del suelo, sacudí mi ropa y caminé hacia el auto. Tomé mi teléfono y vi que tenía más de diez llamadas perdidas de Zoe,Pilar y del innombrable de Lautaro. Procedí a llamar al grupo de las chicas.

-       ¡Cami! – contestó Zoe – Hasta que contestás las llamadas, por Dios

-       Disculpen chicas… - no supe cómo justificarme. Estaba sintiéndome devastada – Siento que ya lloré lo suficiente – me interrumpió Pilar

-       Reina, por el auto no te hagás drama. Decime por favor si te sentís bien _ comentó haciéndome sentir querida

-       Si, Pili. Me siento mejor que hace una hora. Pero aún sigo muy abrumada. Ya mismo me vuelvo para tu casa y te dejo el auto. Mil perdones Pilu, no quería reaccionar así

-       No tenés por qué disculparte, no hiciste nada malo vos. Nos vemos en breves, reina – dijo Pilar

-       Nos vemos, amigas. Las amo

Me subí al auto y volví a la ciudad

Fin del Flashback

Me acuerdo que regresé y me quedé a dormir en casa de Pilar, junto con Zoe. Mi cara no era nada agradable ya que tenía los ojos como sí hubiera recibido un golpe certero. Estaba toda hinchada y deprimida. Luchaba de forma interna para no sentirme mal, pero solo no podía hacerlo. El dolor era muy fuerte. Sin mis amigas cerca es que pude salir adelante. Ellas estuvieron en todo momento para mí. Me estuvieron aconsejando, fueron un hombro para mis lágrimas, un soporte para mi cabeza y una caricia para mi alma. Costó, pero esa noche pude conciliar el sueño. A la mañana siguiente tenía que volver a casa, ya que el ‘’ San Domingo’’ era un día en que se cocinaba asado en familia. Antes de irme me pegué una ducha y las chicas me prestaron ropa, además de llevarme. Un amor las pibas.

Una vez que llego, como a eso de las 10:00 a.m. estaban mis papas volviendo del chino con las bolsas de compra llenas de verduras, carne y botellas de agua. Recuerdo cómo no hizo falta decir una palabra para que se dieran cuenta de que algo no andaba bien…