TERCER TIEMPO

CAPÍTULO VII

CAMILA

Con una sonrisa en la cara me despedí de esa familia.

La vedad es que la reunión con me pareció muy fructífera, ya que pude recolectar los datos necesarios para hacer mi proyecto, además ellos me trataron superbién. No pensaba que las personas encargadas de la gerencia de empresas o de cosas así fuesen tan amables.

Una vez que llegué a casa, lavé mi manchada remera y me cambie de ropa. Obviamente no iba a quedarme con la remera que Ailen me presto y lo más pronto posible iba a devolvérsela. Tomé el celular y le comencé a escribir mensajes.

-       Hola Ailen, soy Camila, quería decirte que voy a pasar la próxima semana para devolverte la remera. Mil gracias de nuevo, me salvaste de tener que llegar con olor a café a casa <3

-       Hola Cami, no te hagás drama!!! Traela cuando vos podás, que yo no me voy a ir a ningún lado. Ja ja.

-       Oki, pero lo más probable es que la semana próxima ya la tengas con vos de nuevo :D

-       Está bien, Cami
¿Qué tal? ¿Ya estás armando tu proyecto?

-       Sí, con toda la información que pude obtener boy a poder realizar un muy buen trabajo, o eso es lo que espero, ja ja

-       Seguro la rompés!! Viste de amable que es el jefe – dijo haciendo referencia al señor Mac Allister

-       Demasiado, es un copado ese tipo. Lo banco un montón. No estaba segura de si iba a ser capaz de tratarme tan bien y brindarme tan buena información acerca de una empresa

-       Bueno, todos en esta familia son así

-       Pareciera como si los conocieras desde hace mucho... – comenté. De verdad el chat de WhatsApp se estaba interesante. Ailen era demasiado piola y me da esas vibras de piba copada y amiguera, que me re copa

-       Ufff, más de lo que pensás

-       ¿En serio?

-       Sí. Mirá, yo soy amiga de Alexis desde que tengo uso de razón

-       Alexis es el pibe que me chocó, ¿no?

-       Sí, el mismo. Yo a él lo conozco desde jardín de infantes y, por ende, a toda su familia. No sé si sabías, pero todos somos de La Pampa 

-       Ay, mirá vos. No che, no estaba muy enterada de eso. ¿Hace cuánto que te viniste a Buenos Aires?

-       Hace poco tiempo, bah, por ahí ja ja. Lo que pasa es que estoy trabajando en lo de los papas de Alex ya que quiero juntar plata para irme. ¿Te acordás que te conté?

-       Ahh, ya me acuerdo. Perdón, pero suelo ser muy olvidadiza

-       Nah, no hay dramas Cami :)

Me quedé sin saber qué contestar y se formó un “silencio virtual” algo incómodo. Iba a escribir alguna boludez como para no dejarla en visto pero ella me primerió.

-       Che Cami, vos y yo algún día podríamos salir, ja ja. Podrías enseñarme lugares lindos en la capital

-       Siii, de re una. Vos también me caes superbién, y te puedo mostrar las cafeterías más lindas de la ciudad. Están un poco alejadas del centro, pero son mucho más lindas!! – me sorprendió la confianza con la que me propuso el plan, pero para bien ya que yo también soy muy amiguera