CAPÍTULO IX

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CAMILA

No puedo creer. Me parece muy raro que a semanas de haberlo conocido ya esté viendo mis historias. ¡Y sin siquiera seguirme en Insta! Me parece muy raro, o sea, algo en mi interior me dice que este pibe está interesado en mí, y algo en mi exterior también. Ja ja. O sea, ¿por qué revisaría mis historias?

Me vuela un poco el bocho, porque físicamente él me atrae. A ver, yo no soy una chica que le guste mucho lo físico, ya que me encanta saber la forma en que alguien ve el mundo, saber de su personalidad, sus gustos, etcétera; y conectar a través de eso. Aunque he de admitir que es muy lindo.

Lastimosamente me genera muchas inseguridades, ya que no ha pasado mucho tiempo desde que corté con mi ex y siento que debería darme tiempo para mí misma. Por otro lado, el fantasma de mis malas experiencias sexuales me persigue constantemente. Sé que en una pareja normal, común y corriente hay diversos problemas de esta índole, pero que me ocurran a mí me inhibe demasiado. Siento que podría llegar a aburrirlo o molestarlo, cuando es algo que se debe tratar. Obviamente que estoy prejuzgando y adelantándome a los hechos, pero es que soy así. Creo que unas buenas sesiones de terapia me vendrían bien.

Trataré de no pensar demasiado y comentarles de esta situación a las chicas para saber que me podrían decir. Aunque sé exactamente que ellas van a comenzar a hilar conjeturas acerca de esa visualización a mi historia, pero igual quiero que ellas sepan de esto.

Habían pasado algunos días hasta que llegó el viernes y me tocaba exponer mi tema en la facultad. Yo estaba supernerviosa y ansiosa, ya que las evaluaciones me ponen los pelos de punta. No solo me afecta psicológicamente, sino que también a todo mi sistema. Cada vez que tengo que rendir algún examen, aunque me sienta de lo más preparada, siento que los intestinos se me aflojan y voy corriendo al baño. De hecho, son las 06:00 y ya he ido dos veces.

No pude pegar un ojo más de tres horas ya que estaba desesperada por ir a rendir. Iba a ser el último examen del cuatrimestre y quería que todo salga de maravillas. Entraba a clase a las 08:00 y ya había desayunado liviano para estar lista. Mi papá iba a llevarme ya que le quedaba de paso a su trabajo. Le di un fuerte abrazo a mi madre y ella me dio unas palabras de aliento que me reconfortaron. Subo al auto con mi viejo y fuimos. Para calmarme, el colocó un CD con música de los 60, para ir apaciguando el camino, cuando de repente comenzó a sonar Yesterday, de Los Beatles. ¡Qué temón!

Yesterday – The Beatles

Yesterday
All my troubles seemed so far away
Now it looks as though they're here to stay
Oh, I believe in yesterday
Suddenly
I'm not half the man I used to be
There's a shadow hanging over me
Oh, yesterday came suddenly
Why she had to go? I don't know
She wouldn't say
I said something wrong, now I long
For yesterday

Luego de haber estado pensando en las canciones, llegué a la facultad. Me despido de mi papá y bajé del auto, abriendo mi paraguas debido a que una llovizna pesada estaba cayendo sobre la ciudad. Al ingresar, veo que había un amontonamiento de chicos en la entrada del aula. Coloqué mi mano en la frente por el agotamiento y el estrés que me producía ver tanta gente junta en un solo lugar. Finalmente la profe llegó y todos ingresamos al anfiteatro. A decir verdad, al ser tan grande esta aula sentí que todos nos dispersamos y sentía que éramos menos.

Luego, los profesores empezaron a girar el bolillero para ver quien arrancaba. Yo estaba superasustada, pero segura de que había estudiado un montón y que hoy iba a darlo todo. Abrí mi mochila para corroborar que todo esté en su lugar. La notebook, el celular con crédito… lo tengo todo. Los minutos fueron pasando y las profesoras estaban muy exigentes. Varios chicos habían quedado regulares o desaprobados. Muy pocos habían logrado obtener el valioso ocho para promocionar la asignatura. Por los nervios, salí al baño. Al volver, no puedo creer lo que estaba viendo en el pasillo. Estaba Carlos Mac Allister junto a Alexis y Ailen. Los tres al verme, formaron una sonrisa en sus rostros. Yo estaba por ponerme roja de los nervios.

TERCER TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora