•PERDÓNAME ANTES QUE SEA TARDE•

«Eje»

Lucas Ochoa

Hoy es viernes, gracias al cielo. Estoy hasta la madre de este trabajo. Mi jefe siempre me anda gritando todo el pinche día y no tengo suficiente paciencia para aguantarlo, incluso rompí una de las ventanas de mi oficina porque la golpeé con mi puño derecho (recordé mis entrenamientos en las peleas callejeras con Mike y Hugo). Y bueno por otra parte Virginia, esa es otra que no para de decirle a Luciano todo lo que hago. Es la comprometida de él y me entero de que le sopla mis cosas porque Nora me lo dice, incluso Nora está cansada de ella.

Pago el café, me vuelvo a colgar mi mochila en el hombro y empiezo a caminar tomando el café. Ni siquiera sé a dónde voy, no tengo ganas de llegar al cuarto en dónde vivo. Siempre me encierro allí, necesito socializar con alguien o sino me volveré loco. Aquí no conozco a nadie, solamente a la señora que me renta el cuarto. Estoy solo en esas cuatro paredes, Nora solo va a visitarme dos veces a la semana y no tengo amigos en el trabajo.

Entro a una librería y me acuerdo de como a Charlotte le encantan los libros. Me paseo por los estantes y naaa, lo de leer no es lo mío, además ya me sacaron porque iban a cerrar. Ya es tarde y cerrarán esta librería. Estoy tratando de portarme bien peroo...

Apenas son las nueve de la noche apuro el ritmo de mis pasos y en menos de veinte minutos llego al lugar que desde hace días quería venir pero no se me daba la oportunidad. En internet encontré que cerca de donde yo vivo hay un circuito específicamente diseñado para competiciones de coches. Llego al lugar y justo ya están compitiendo y hay pocas personas en las gradas, subo la maya y me encuentro con varios coches apartados con sus dueños recostados al capó, son hermosos (los coches) ellos observan la carrera de un mclaren rojo y creo que un Ferrari verde. Me acerco a el que aparenta ser el mayor de estos, le toco el hombro y se vira a mi. Es un fuerte hombre de color, creo que mide unos centímetros más que yo y aparenta unos veinticinco años.

—¿Quién eres y que haces aquí?

Oh vaya, que suerte tengo. Él es Robin Bosetos más conocido como el "TORETO DE ATENAS" a él fue quién ví en el vídeo de internet, es el mejor de aquí.

—Soy... Solo llámame Ochoa—le ofresco la mano pero no me la estrecha—Bien, eh, vengo a competir.

—¿Tienes coche? ¿Licencia?

—Tengo licencia pero no tengo coche

—Ay que pena entonces no puedes competir—Resopla burlón

—Vamos, caminé unos tres kilómetros para venir a aprender de tí

Su rostro cambia y se acercan dos chicos y creo que son de mi edad.

—¿Quién es este pendejo?—pregunta un pelinegro

—Tobias cálmate—dice el pelirrojo

—Este chico quiere competir pero no tiene coche.

—También quiero aprender de ti y estás aquí. Si no hago una cosa déjame hacer otra—le digo y el sonríe «Parece que le estoy empezando a agradar»

—¿Cómo entraste?—pregunta Tobías

—No creo que necesites saberlo—chasqueo la lengua y le guiño el ojo—¿Entonces Toreto?

—Raúl préstale tu coche, primero tienes que demostrarme de que estás hecho—me dice

El pelirrojo me tira las llaves de su coche y me señala un Lamborghini azul marino, wow es parecido al mío, bueno al que era mío.

—Gracias...

—Competirás con Tobías, después de mí, él es uno de los mejores aquí. Darán tres vueltas al circuito