"𝒬𝓊𝒾𝑒𝓇𝑒𝓈 𝓆𝓊𝑒 𝓉𝑒 𝑒𝓃𝓈𝑒ñ𝑒
𝓆𝓊𝑒 𝓂𝒾 𝒸𝓊𝑒𝓇𝓅𝑜 𝓁𝑜 𝑒𝓃𝓉𝒾𝑒𝓃𝒹𝑒𝓈 𝓉ú"
ʙᴀᴅ ɢʏᴀʟ
Jabes había aceptado salir con Luna solo para inflar su ego, estaba aburrido y sus amigos se habían puesto insistentes, por lo que accedió a verla.
Sabía que Luna era fanática de Boca Juniors, equipo en el que él jugaba, y que, además, lo admiraba.
El jugador no entendía por qué era así, cuando la mayoría del tiempo se la pasaba comiendo banco. Sabía que jugaba bien, que era bueno en lo que hacía, pero le daban pocos minutos.
La cita era en casa de ella, ya que Jabes era una persona muy reservada y no quería exponerse públicamente con nadie hasta que fueran oficiales. Y con esta chica, definitivamente, nunca sería oficial.
Sin embargo, estaba ahí, pensando en darle una oportunidad.
Toco el timbre y espero unos segundos, hasta que una voz lo saludo del otro lado.
— ¿Hola? —preguntó, como si no lo estuviera esperando.
— Hola, soy yo, Jabes —contestó él.
— Te abro desde arriba, subí hasta el piso 6 A —indicó Luna.
La puerta sonó y Jabes pudo abrirla, entrando al edificio. Se subió al ascensor y apretó el botón del número 6, extrañamente, sintiéndose nervioso.
Le había escapado al mundo de las citas por mucho tiempo, principalmente porque quería enfocarse en su carrera. Pero, de vez en cuando, al ver a sus compañeros de equipo con sus parejas, le entraba el bichito de la curiosidad, de saber cómo sería que alguien fuera a ver sus partidos, gritara sus goles o lo acompañara en las derrotas.
Dejo de pensar en eso cuando llegó al piso indicado y Luna lo recibía desde la puerta, con una sonrisa. Él se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla a modo de saludo, entrando al departamento.
Luna parecía tranquila, a pesar de que estaba enfrente de un jugador de Boca Juniors que admiraba. No quería idealizarlo, pero tenerlo tan cerca un poco la intimidaba.
— Pensé que no ibas a venir —dijo ella, indicándole a Jabes el sillón.
— ¿Por qué no vendría? —preguntó él, con media sonrisa en la cara.
— Porque no te caigo bien.
Jabes se sentó en el sillón, llevó sus manos a sus rodillas y se quedó mirándola, sintiéndose avergonzado y arrepentido.
— No es así —murmuró él— Solo que te gusta mucho Boca y no quiero que pienses que...
— Tranqui, no pienso nada —lo tranquilizó Luna, amigable— ¿Qué tenés ganas de cenar?
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𝚂 𝚑 𝚘 𝚝 𝚜 | ᶠᵒᵒᵗᵇᵃˡˡ ᵖˡᵃʸᵉʳˢ ᵉᵈⁱᵗⁱᵒⁿ
FanfictionEn donde los jugadores de fútbol que tanto nos gustan, no son tan imposibles.