21 años después
-¿Qué piensas de lo que se rumorea por el pueblo ?-pregunta Leticia sacándome del hechizo de mi lectura
-¿El qué?-pregunté perdida
Me encontraba tumbada en el suave y fresco césped de mi jardín, embelesada en mi lectura y acompañada de mi única amiga desde que tengo memoria
-Pues ya sabes, lo que andan diciendo por ahí -pareció notar mi desconcierto-dicen que al parecer es muy feo o tiene alguna deformidad
Me reí ante su comentario, ante mi perspectiva sonaba un poco absurdo
-¿Por qué lo dicen?
Leticia me mira como si fuese demasiado obvio y procede a explicar
-¿Por qué crees que nunca en veinte años ha salido a dar la cara? nadie lo ha visto nunca, nadie sabe cómo es simplemente se conoce lo que la familia real quiere que se sepa
-Quizá solo quiere mantenerse lejos de la presión social -me encojo de hombros
La tarde transcurrió tranquila, tomamos café en el jardín y hablamos de cosas triviales hasta que Leticia decidió que era tarde y se marchó. Entré a casa y mis padres esperaban sentados en el sofá del salón, me sorprendí al verlos ahí pero no había que ser muy inteligente para darse cuenta de que querían hablar conmigo y esperaban el momento adecuado para hacerlo; este había sido el momento
Caminé firme hacia ellos, arrastrando por el pulcro suelo de mi hogar mi vestido verde esmeralda. Mi madre era burguesa, tenía buena posición social y mi padre era dueño de una fábrica muy importante en el reino, por eso vivíamos bien, no me quejaba en absoluto
-Ven hija, toma asiento -ordenó mi madre
Yo obedecí y me senté en el sillón que quedaba en frente
-Vamos a hablar contigo sin rodeos porque tienes derecho a saber todo lo que está pasando, ya eres lo suficientemente madura para entender -comunicó mi padre
Me sentía algo confundida por la situación, no tenía ni siquiera una idea clara de eso tan serio que podía estar sucediendo y que necesitaban hablar conmigo con tanta seriedad.
-¿Recuerdas a Henry Ashford?-preguntó
-Sí-afirmé con duda
-Pues te casarás con él
La noticia me impactó como un balde de agua fría en el rostro, la rabia y la furia que sentía se apoderaron de mí
-Jamás, no puedo casarme con alguien que no amo, de hecho, que no soporto desde el colegio-solté
Mi padre apretó sus rodillas y me miraba fijamente, noté el desespero en su mirada, como si algo lo obligase a tomar esa decisión. Mi madre se apretaba el puente de la nariz con frustración y supe que en realidad pasaba algo grave
-¿Qué pasa en realidad?
Mi padre no despegó su mirada y entonces decidió hablar
-La fábrica está pasando por un mal momento, si no tomamos medidas desesperadas quebrará -admitió con aflicción
Me sentí triste por no poder ayudarlo, pero era real que no podía casarme sin amor, no sería feliz y mi felicidad importaba también
-Buscaremos otra solución, pero no me pienso casar así -dije tajante
-No tienes elección, sí lo harás -zanjó mi madre y entré en cólera
-¿Por qué no puedo decidir por mi misma ?-alcé la voz
ESTÁS LEYENDO
El encanto de Wisperdale
Teen FictionWisperdale es un reino lejano gobernado sabiamente por sus monarcas. Estaba en el medio de la nada, solamente rodeado por un calmado mar. Los pueblerinos solían decir que era un reino mágico porque en el centro del bosque había un acantilado y una a...