Las semanas pasaron para mí con suma lentitud. Me había limitado a salir de mi habitación para lo necesario y claro, también para tomar las tutorías que habían comenzado ya. Aquella mañana de miércoles se tornó nublada, al parecer vendría una tormenta nuevamente. También casualmente se había sincronizado el clima con mi estado de ánimo.Desde aquel día del castillo que regresé a casa me autoencarcelé en los muros de mi propia habitación, no sali a cabalgar con Angus en ningún momento y le advertí a todos en casa que no quería recibir visitas. Ni siquiera habia ido a visitar a Leticia. Me sentía fatal, rota por dentro de la decepción tan grande que sentía.
—¿Cariño?—la puerta crujió con el toque
—¿Mju?—respondí
—Te buscan abajo —dijo mamá
Por mi mente pasaron trescientos escenarios distintos. Imaginaba de quien se podía tratar y me negué, aún no estaba del todo preparada para verle
—Insiste en quedarse hasta que bajes —dijo tras mi silencio
—Está bien, bajaré en un minuto —respondí
Sería un minuto literalmente, debía buscar en mis entrañas el valor para enfrentarme a cierto mentiroso que acabó con todo mi autoestima. Respiré profundo mirando mi reflejo en el gran espejo de mi habitación y cuando obtuve el valor que necesitaba bajé lentamente los escalones gigantes que separaban el piso de las habitaciones con la planta baja
Mi corazón sintió un alivio cuando ví que no era quien yo creía. Aunque en el fondo sabía que algún día debía volver a enfrentarlo
—Ashford que sorpresa, no te esperaba —exclamé al ver a mi amigo
Él te tenía una gran sonrisa en el rostro, reflejaba felicidad absoluta
—¿Quieres dar un paseo? Quiero que conozcas a alguien.—dijo
—No lo sé...—dudé—es que no me apetece mucho salir de casa en este momento
—Por favor vamos, es importante para mí
Decido ceder, pienso que será bueno que tome otros aires que no sean los de mi hogar, ver otros rostros que no sean los mismos que veo diariamente. Hasta mi piel se había aclarado parcialmente debido a la falta de rayos solares.
—Vamos ya antes de que me arrepienta —dije caminando hacia la puerta
El gran y majestuoso carruaje de Ashford nos aguardaba con gracia. Fui la primera en entrar y luego se incorporó mi amigo
—¿Qué quieres que vea está vez?—pregunté
—Solo te diré que gracias por todo, justo ahora soy un hombre feliz —exclamó con emoción
—Me alegro mucho, sabía que ibas a conseguirlo —dije
Una parte de mí estaba feliz por haber logrado que mi amigo lograra su objetivo, que recuperara a la chica que amaba, sin embargo, mi otra mitad estaba apagada, marchita y desolada. Sentía que todo esto me afectó muchísimo, más de lo que creí que me afectaría
—¿Me contarás que pasa?—preguntó al ver que mi vista estaba fija en un punto
—¿Alguna vez te enamoraste de alguien que parecía ser quien en realidad no era? —respondí con otra pregunta
—No, jamás me había enamorado de hecho, hasta ahora claro —volvió a sonreír—¿Todo es con ese chico cierto ?
Asentí
—Me engañó, me hizo enamorarme de una idealización —expliqué con la mirada cristalizada
Sentía que en cualquier momento iba a romperme, pero me negaba a seguir sufriendo en vano, nada me devolvería el tiempo y me repararía el corazón
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El encanto de Wisperdale
Teen FictionWisperdale es un reino lejano gobernado sabiamente por sus monarcas. Estaba en el medio de la nada, solamente rodeado por un calmado mar. Los pueblerinos solían decir que era un reino mágico porque en el centro del bosque había un acantilado y una a...