Capítulo XVI

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El jardín trasero del palacio estaba impresionante, la luz de la luna era tan intensa que iluminaba con su fría luz todo el entorno. Sin embargo, había una mesa cerca de la fuente y los rosales adornada con velas en el centro.

-Es precioso-dije maravillada mirando hacia todas las direcciones, sin perderme el más mínimo de los detalles

-Estas son mis disculpas por lo del otro día -dijo Kylan

-¿Lo has hecho tú todo ?-pregunté aún perpleja

Era una pregunta un poco tonta teniendo en cuenta que Kylan era el príncipe, por supuesto que no lo había hecho él, tenía empleados de sobra para organizar todo esto en un abrir y cerrar de ojos

-Sí, todo esto lo he organizado yo. No ha quedado mejor por falta de tiempo pero la intención es lo que cuenta -se encogió de hombros sonriendo

Esa afirmación destruyó todas mis suposiciones y teorías. Quedé desconcertada ante el hecho de que se había esforzado por mí

-Di algo, por favor -dijo al notar mi silencio

-No sé que decir, estoy... estoy sorprendida -admití

-¿Te sorprende que haya hecho esto ?-preguntó

-Pensé que lo harían otros por tí

-Pero así no tendría gracia, se supone que soy yo el que quiere tu perdón

Me conmovió que hiciera todo esto por mí sin tener la culpa de absolutamente nada, así que decidí abrazarlo. Se sorprendió por mi acción pero rápidamente me devolvió el abrazo

-En realidad no tienes la culpa de esto, tus padres no me aceptaron y yo pagué mi frustración contigo, soy yo quien debe disculparse -dije

-Ninguno de los dos merece echarse las culpas, a partir de esta noche todo cambiará, lo prometo -me dijo y luego comenzamos a cenar

Juntos cenamos tranquilamente mientras la brisa fría nos envolvía a ambos. Al terminar, decidimos pasear por los jardines reales y observar el cielo completamente estrellado que se asomaba esta noche. Mientras caminábamos, tuve que voltearme varias veces porque un escalofrío me erizaba la piel

-¿Qué buscas?-me preguntó Kylan al ver que me giraba constantemente

-No lo sé, siento como si nos observaran o algo parecido -admití frotándome la piel de los brazos

-No lo creo, estamos rodeados de guardias -dijo él

Kylan se giró también varias veces para comprobar, pero tampoco veía nada. Sin embargo, la sensación seguía ahí, era demasiado inquietante. Sentía como si un par de ojos atravesaran mi espalda y otro escalofrío me atacó

-Tranquila, es solo que estás asustada porque es de noche, aún no conoces perfectamente el castillo y estás algo nerviosa, no hay nadie ahí -Kylan trató de tranquilizarme

Continuamos nuestro paseo y entonces decidimos tumbarnos en el césped suave y fresco a mirar el nocturno cielo estrellado

-¿Ves aquella estrella? La que más brilla -dijo señalando con su dedo índice la estrella a la que se refería

-Sí

-Pues no brilla tanto como tus ojos

Sonreí como tonta ante sus palabras y vi como se incorporó a mi lado. Me puse de pie pero él se quedó en el suelo de rodillas y mi mente no podía asimilar con claridad lo que estaba pensando, no podía ser posible

—Freya, creo que es pronto para lo que te voy a pedir pero necesito que tu alma se una a la mía por toda la eternidad, quiero que tus ojos brillen solo para mí—dijo posicionándose bien sobre su rodilla

El encanto de Wisperdale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora