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«¿Qué pasa con ese rarito?»

Eso fue lo primero que se le pasó por la mente a Shoto al observar cómo Izuku se acercaba al profesor, con una sonrisa nerviosa y un leve rubor en las mejillas. La escena le llamó la atención, especialmente la forma en que Izuku escuchaba con mucho interés cada palabra del profesor, mientras este le explicaba cómo resolver un problema o una operación.

Shoto frunció el ceño y entrecerró los ojos, sintiéndose curioso. Fue entonces cuando una idea rápida cruzó por su mente.

«¿Acaso... está enamorado del profesor?»

La idea le resultó tan ridícula que no pudo evitar soltar una pequeña risa. Pensó en cómo Neito reaccionaría si estuviera allí con él, probablemente su amigo ya estaría riéndose a carcajadas, burlándose de Izuku sin piedad.

«Eso explicaría por qué no quería dejarme ese asiento.»

Katsuki, quien hasta ese momento había estado concentrado en explicarle a Izuku, de pronto levantó la vista y dirigió su mirada hacia Shoto. Sus ojos se encontraron por un breve instante, y el bicolor le sonrió de forma inocente. Incluso levantó una mano para saludarlo, como si fuera algo completamente casual.

El profesor frunció el ceño, claramente desconcertado por la actitud del bicolor, pero decidió no decir nada al respecto y volvió a centrarse en Izuku, quien seguía atento a la explicación.

«Esto va a ser interesante.» pensó Shoto mientras volvía a recostarse en su asiento, imaginando lo que Neito diría cuando le contara lo que acababa de ver.

(...)

—¡¿QUÉ?! ¡DEBES DE ESTAR BROMEANDO! —gritó Neito, y como era de esperarse, soltó una carcajada estruendosa que resonó por todo el pasillo.

—Por favor, deja de reírte así, das miedo —dijo Shinso con una expresión cansada, mientras observaba cómo el rubio seguía con su ataque de risa.

Neito apenas podía controlarse, y se agarró del hombro de Shoto con una mano, mientras con la otra se sujetaba el estómago, como si estuviera a punto de quedarse sin aire de tanto reír.

—¿Me estás diciendo que a Midoriya le gusta el profesor Bakugo? —preguntó Momo, levantando una ceja, algo sorprendida.

—No estoy seguro —respondió Shoto, encogiéndose de hombros mientras guardaba los libros que tenía dentro del casillero y, una vez que terminó, se puso el bolso en el hombro— Pero cada vez que está cerca de él, se pone rojo y empieza a actuar raro. Apenas puede hablar sin que se le trabe la lengua o tartamudee.

—¿Y quién es ese tal Midoriya? No creo haber hablado con él nunca —comentó Hitoshi, cruzándose de brazos.

—Lo dudo mucho —respondió Neito, limpiándose las lágrimas que le habían salido de tanto reír— Ese tipo es rarísimo. Apenas tiene amigos, solo anda con... ¿cómo se llamaba esa chica? La que tiene las mejillas grandes.

—Uraraka Ochako —respondió Yaoyorozu— Está en mi clase de literatura.

—Y los dos son muy pobres —añadió Monoma con una sonrisa burlona— Están aquí gracias a una beca, nada más.

—¿Todavía aceptan a estudiantes becados? —preguntó Shinso, alzando una ceja con curiosidad.

—Parece que sí —respondió Neito, haciendo una mueca de asco— Aunque no entiendo por qué se molestan.

—Bueno, no todo el mundo tiene el dinero para pagarse una escuela como esta —comentó Momo— Algunos son aceptados por su talento o por su situación económica, como ellos dos.

Teacher [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora