Capítulo 5

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Jojo...

Las paredes de la casa parecían estrecharse a mi alrededor mientras la mujer de cabello negro me observaba con ojos penetrantes. La pelirroja, aún de pie a mi lado, no dijo nada más. El silencio era pesado, como si algo importante estuviera a punto de suceder.

— ¿La verdad? — repetí con incredulidad. — ¿Qué verdad?

La recién llegada dio un paso hacia mí, sus movimientos eran lentos. Cada paso parecía resonar en mi mente, como si sus simples acciones tuvieran un significado más profundo. La tensión en el aire creció con cada segundo que pasaba.

— Has estado viviendo una mentira — dijo ella finalmente, su voz baja pero cargada de autoridad. — O mejor dicho, te han hecho creer en una realidad que no te pertenece.

Sentí un nudo formarse en mi garganta. Había tantas preguntas dentro de mí, pero ninguna lograba salir. ¿Cómo es que esta extraña sabía tanto sobre mí? Y más aún, ¿por qué me sentía como si ya la hubiera visto antes?

— ¿A qué te refieres? — logré articular, sintiendo que mi cuerpo estaba rígido por la tensión.

La mujer sonrió levemente, pero no era una sonrisa de alegría, sino más bien de comprensión. Como si estuviera a punto de revelar un secreto que había estado guardando por mucho tiempo.

— No eres quien crees que eres — respondió, y esas simples palabras me hicieron tambalear. — Tu vida, tus recuerdos, incluso tu cuerpo... nada de esto te pertenece por completo. Has sido... desplazado por un ente lleno de maldad que usa un apellido de Moral.

— ¿Desplazado? — Mi mente luchaba por encontrar sentido a lo que estaba escuchando. — Eso no tiene sentido.

La pelirroja, quien hasta ahora había estado en silencio, dio un paso adelante y se colocó junto a la mujer de cabello negro. 

— La persona que fuiste, lo que creías ser, no es más que una fracción de lo que realmente eres. — Su voz era más suave, pero igualmente impactante. — Fuiste arrancado de tu realidad original y puesto en otra, y ahora los hilos que controlaban ese destino se están deshilachando.

— No entiendo... — murmuré, llevándome una mano a la frente. Mi cabeza comenzaba a doler, como si cada palabra que ellas decían estuviera desgarrando mi percepción de la realidad.

La mujer de cabello negro se agachó, colocando una mano suave pero firme sobre mi hombro. — Lo entenderás pronto. Pero primero, debes aceptar que la vida que has vivido hasta ahora es solo una ilusión. Hay algo más grande esperándote. Algo que va más allá de lo que jamás imaginaste.

Sentí que mi corazón se aceleraba. Era como si todo lo que había conocido se estuviera desmoronando frente a mis ojos. 

— ¿Y qué se supone que debo hacer ahora? — pregunté, sintiendo la desesperación en mi voz. — ¿Cómo... cómo se supone que debo procesar todo esto?

La mujer pelirroja intercambió una mirada con la de cabello negro antes de responder. 

— Debes encontrar tu verdadero propósito. La razón por la que fuiste traído a este lugar, a este tiempo. No es una coincidencia. Alguien o algo está jugando con los hilos de tu existencia.

El silencio volvió a llenarse de preguntas no dichas. Mi mente luchaba por encontrar respuestas, pero cada intento solo me llevaba a más incertidumbre. ¿Quién estaba detrás de todo esto? ¿Y por qué yo? ¿Qué me hacía tan especial?

— No estás solo en esto — añadió la pelirroja, su voz ahora más cálida, como un consuelo en medio del caos. — Nos tienes a nosotras. Te ayudaremos a encontrar tu camino, pero debes confiar en nosotras.

La idea de confiar en dos desconocidas, en especial cuando me hablaban de realidades fragmentadas y vidas robadas, era aterradora. Pero algo en mi interior me decía que no tenía otra opción. Estaba atrapado en un misterio del que no podía escapar por mí mismo.

— Entonces, ¿qué hacemos ahora? — pregunté, mi voz apenas audible. La mujer de cabello negro se enderezó, su semblante serio pero lleno de determinación. 

— Ahora, te llevaremos a un lugar donde las respuestas te encontrarán.

— ¿A dónde vamos? — pregunté, con una mezcla de temor y curiosidad.

— A un lugar más allá de la luna — respondió la pelirroja, su sonrisa enigmática regresando. — Allí, entenderás quién eres realmente.

Salimos de la casa bajo el manto de la noche. La luna llena brillaba intensamente en el cielo, iluminando el camino que se extendía frente a nosotros. Mientras caminábamos, sentía que el aire mismo estaba cargado de electricidad, como si algo importante estuviera a punto de ocurrir.

El camino nos llevó a un claro en el bosque cercano, donde un pequeño lago reflejaba el cielo nocturno. Era un paisaje tan pacífico que contrastaba con la tormenta de emociones que rugía dentro de mí.

— Aquí es donde comienza tu verdadero viaje — dijo la mujer de cabello negro, levantando la mano hacia la luna. — Mira, y escucha lo que tiene que decirte.

El lago comenzó a agitarse levemente, como si una energía invisible estuviera surgiendo desde su interior. De repente, la superficie del agua comenzó a brillar con un suave resplandor azul.

Mis ojos se abrieron de par en par mientras algo emergía del lago, una figura envuelta en luz que flotaba hacia nosotros. Era una silueta familiar, pero al mismo tiempo completamente desconocida.

— ¿Quién... quién es? — pregunté, dando un paso hacia atrás, asustado.

— Él es la clave — respondió la pelirroja, sin apartar la vista de la figura luminosa. — La respuesta a todas tus preguntas está frente a ti.

La figura finalmente se detuvo frente a mí, y al observar su rostro, sentí que algo dentro de mí se rompía.

— Eres tú — susurré, con la voz quebrada.

La figura sonrió.

— Bienvenido de nuevo — dijo, su voz resonando en mi mente. — Ahora es el momento de que lo recuerdes todo.

Fin del Capítulo 5

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