El Claro de los creyentes

9 1 0
                                    

Y así llegó un nuevo día, los ojos de un intenso dorado se abrieron de golpe y la chica tuvo un sobresalto levantándose al instante, al ver a su alrededor se topó con una acogedora habitación, junto a la cama en la que dormía había una pequeña mesa con una jarra de agua y una nota, la chica aún muy nerviosa tomó la carta y la leyó rápidamente

"Por favor, no te alteres, te aseguro que tu hermana está bien, por ahora necesito que hablemos pero primero sal y mira a tu alrededor, mira nuestro mundo"

-el último

Nin: (el último...? Como sea, debo salir de aquí)

La muchacha vió su arma apoyada en la pared y la tomó rápidamente, al desenvainar un poco y ver su filo intacto recordó lo ocurrido el último día poniendo una mirada de mal humor pero rápidamente sacudió su cabeza y se dispuso a salir

Nin: (no hay tiempo para eso, ahora debo buscar a Ali)

La chica abrió lentamente la puerta y se topó con un largo pasillo sin ninguna ventana, Nin caminó lentamente pero una voz rápidamente la puso en alerta

Siete: al fin, creí que no te ibas a despertar nunca

La chica instintivamente desenvainó su arma y atacó detrás de ella apuntando al corazón de la sombra pero siete sin titubear atrapó el estoque antes de que toque su cuerpo

Siete: que curiosa forma de saludar- la mujer vió el arma y puso una expresión de fastidio- ya tuve suficiente con tu maestro atravesandome el abdomen, ahora deja de darme esa mirada de odio quieres?

Nin: donde está mi hermana!?

Siete: la niña que nueve trajo contigo? Puedo llevarte a verla, pero luego tienes que seguirme

Nin: y si me niego?

La sombra desenvainó levemente su arma haciendo que un escalofrío recorra la espalda de la chica

Siete: no te lo estoy preguntando- la sombra envainó su arma nuevamente- vamos

Sin decir más la mujer caminó por el pasillo mientras la desconfiada muchacha la siguió con algo de distancia, durante el camino la sombra se percató de que la chica observaba alterada a su alrededor buscando alguna salida o vía de escape sin éxito alguno

Siete: tu...de verdad no tienes idea cierto?

Nin: eh? Idea de que?

La mujer vió hacia otro lado con una expresión molesta

Siete: nada, no me corresponde hablar de eso

Mientras ambas caminaban a través de varias habitaciones reinaba el silencio y la tensión, tanto la militante como la sombra tenían una mano lista en sus armas, siete sentía la mirada de la chica bajita recorriendola de pies a cabeza hasta que Nin finalmente habló

Nin: tu...eres la maestra de Alan verdad?

Siete: eh? Ah, si claro

Nin: espera, como que si claro!? Sabes lo que le hiciste? Lo dejaste sin un ojo! Destruiste su hogar, tu hogar!

La muchacha esperaba una reacción explosiva o peligrosa de la sombra pero para su sorpresa solo volteó a verla con una ceja levantada

Siete: ya no tengo nada que ver con ese lugar, además si ese idiota se hace llamar mi aprendiz entonces perder ambos ojos no debería ser ningún problema

Nin: pero...

Siete: escucha, no tengo tiempo ahora para hablar de ese tipo de tonterías, ya casi llegamos, tu hermana está con cuatro

El girar del mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora