Salir de la caja

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En una mesa desgastada se encontraba una mujer con un kimono acompañada de un hombre con una parte de su cara quemada

Siete: cuánto falta?

Tres: no lo sé

Siete: debo supervisar y hacer el inventario de los cultivos para la próxima semana, será mejor que se apuren

Tres: aún tienes dos días más para hacer eso, si "el" nos citó a todos aquí debe ser importante

Siete: supongo que si, al menos Uno acaba de llegar

El hombre de cabello largo observó la puerta y vió a una figura gigantesca cubierta por una capucha que apenas cabía por la puerta entrar y tomar asiento en la mesa

Tres: hola Uno, cómo has estado?

La figura solo dió un gruñido mientras asentía

Tres: me alegra que estés bien, supe que te mandaron a una misión de campo y que lo manejaste bien, felicidades

La figura dió otro gruñido con un tono alegre

La mujer comenzó a impacientarse y cortó la conversación

Siete: tanta ternura me da asco. Uno!- la figura volteó a ver a siete un poco amedrentada- tu madre va a venir hoy?

La figura destapó un poco su capa dejando ver una especie de hocico animal

Uno: si...más...tarde...mamá...llega...

Siete: será mejor que se apresure

La mujer se quedó cruzada de brazos meditando mientras esperaban al resto y se inundaba en sus pensamientos pero en ese momento sintió una voz que se dirigía a ella

???: Tu actitud nunca cambia verdad?

Siete: pues ustedes nunca cambian. Siempre llegas tarde Cuatro

Una mujer de cabello corto color carmesí al igual que sus ojos vestida con una chamarra que cubría completamente sus brazos y torso entró en la sala y al verla uno se alteró y se puso feliz

Uno: ma!...mamá!

La mujer corrió y abrazó a la bestia con mucho cariño

Cuatro: veo que mi niño se ha estado alimentando bien, has crecido mucho

Siete: ni siquiera puede crecer

El hombre conocido como tres se acercó a saludar a la recién llegada

Tres: hola otra vez Cuatro, es un gusto tenerte en la base de nuevo

Cuatro: yo también te extrañé tres, te pusiste más guapo hoy verdad?

El hombre tapó su cara con su manto avergonzado para la risa de la mujer y su "hijo"

Siete los veía desde su asiento en silencio ya que le traían recuerdos, pero rápidamente dejó eso de lado y siguió meditando

Cuatro: por cierto, dónde está tu compañero Tres?

Tres: bueno...Cinco ha estado aquí todo el tiempo

El hombre señaló una esquina del lugar y al voltear la mujer y la bestia observaron a un hombre bastante alto y lleno de músculos con sus venas muy marcadas, sin cabello, con sus pupilas negras totalmente dilatadas, sin llevar nada en el torso y sosteniendo una gran hacha que medía lo mismo que el

Cuatro: admito que aún me da algo de miedo a veces

Tres: tranquila, sabes que es inofensivo a menos de que le de la orden de atacar

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