Honrar la vida

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Ya era de mañana en eurasia y en el edificio central de la milicia se encontraban caminando dos hermanas de una familia ciertamente reconocida

Judith: deberías ir a dormir un poco más hermana, que te exijas de más no va a ayudar con la investigación

Charlotte: no es necesario, además ya tenemos una reunión con el equipo forense y pronto traerán los resultados del análisis de sustancias que solicité

Judith: se que es muy importante resolver este asunto rápido pero antes de ser tu escolta y asistente soy tu hermana mayor y puedo ver cuándo no has dormido propiamente

La rubia seguía enfrascada en el archivo que estaba leyendo así que lo cerró un momento para concentrarse en la charla

Charlotte: agradezco tu preocupación pero he tomado pequeñas siestas y- la explicación de la mujer no pudo continuar ya que su hermana se puso rápidamente frente a ella cubriéndola y tomando su arma- que pasa?

Judith: no lo sientes? Algo viene...algo peligroso

Al centrarse un poco charlotte sintió pequeños movimientos en el sitio posiblemente causados por los pasos de alguien que se acercaban lentamente. Luego de un momento desde el pasillo vieron a una figura familiar que se les acercaba con un estado de ánimo que nunca habían visto antes

Charlotte: s-señor Kurt!

El hombre se veía claramente furioso y el alegre loro que tenía siempre en su hombro ahora estaba preocupado, la pelimorada decidió desenfundar su arma solo por precaución al ver que se acercaba

Kurt: señoritas Parist, dónde está Camus ahora mismo?

Judith: tienes un asunto urgente con el?

El hombre se quedó en absoluto silencio mientras las veía amenazante

Cuando Judith estuvo a punto de responder su hermana decidió acercarse quedando frente a frente con el titán para la preocupación de su hermana

Charlotte: si buscas al señor Camus por el asunto del que se les notificó entonces yo podría responder tus preguntas sin que tengas que molestarlo en un momento como este

El hombre, sin cambiar de temple se dispuso a responder

Kurt: agradezco su preocupación señorita, pero este es un asunto entre jueces

Charlotte: lo siento pe- antes de que la mujer pudiera responder una voz se hizo presente y todos en el área quienes estaban tensos voltearon sorprendidos

Camus: te doy mi agradecimiento Charlotte pero yo me encargo de este asunto. Kurt, sigueme

El hombre tras decir eso volteó y fue seguido por el juez de Remina sin decir ni una palabra ante los atónitos miembros del personal administrativo que había contemplado esa escena

Judith tomó del hombro a su hermana

Judith: no vuelvas a hacer eso, fue demasiado peligroso

Charlotte:...ellos deben estar tan furiosos como Camus y yo por la noticia, en ese sentido solo quería ahorrarle una charla incomoda

Judith: Charlotte...

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En la oficina del pelirrojo se sentía el ambiente tenso mientras los dos jueces se miraban fijamente

Camus: bien, que es lo que tienes que decir?

Kurt: acaso les parece divertido a ustedes faltarle el respeto a la memoria de Shira de esta manera?

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