Llegó a un mundo diferente sin saber porque ni porque quien, solo sabía que ese mundo era muy diferente al mundo que el conocía incluida esa mujer que no recordaba su nombre, pero sabía que era muy tímida.
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Desde el día anterior Sasuke no sabía como reaccionar ante los nuevos acontecimientos que llegaban a él, realmente no esperaba nada de lo que sucedía parte de él estaba feliz, pero otra parte de él estaba confundido y alerta, sabía perfectamente que las personas no le harían nada, pero no podía decir lo mismo de su madre.
Pues solo los recuerdos de la noche anterior lo hacían sentir escalofríos, ya que el recordaba a su madre con comportamiento dulce y amable, pero no entendía porque ahí todo era lo contrario a excepción de su hermano.
La puerta de su habitación sonó sacando a Sasuke de sus pensamientos. - Madre y padre nos esperan con el desayuno listo - avisó su hermano tras la puerta.
- Iré enseguida - dijo. Sasuke solo escucho como su hermano se iba sin decir más.
El sabía que Itachi tenía muchas preguntas que hacer en torno a lo acontecido el día anterior, pero el tampoco sabía como explicar todo lo sucedido o si quiera que es lo que había pasado por ahora mantendría ocultas sus habilidades incluidas el Mangekyou, sin más decidió salir de la habitación.
Quería respuestas e iba a conseguirlas de una u otra manera. Su camino terminó en el comedor donde su familia lo esperaba, todos estaban serios a excepción de su padre que estaba nervioso, sin decir nada se sentó junto a ellos. - ¿Sucede algo? - se atrevió a preguntar.
- Eso deberías saberlo muy bien Sasuke - respondió su madre.
- Mikoto, no seas dura con Sasuke, el solo es un niño - intervino aquel hombre mayor.
- ¡No! ¡Ya basta de querer protegerlo Fuyuka, si hubiéramos puesto más mano dura ahora Sasuke no tendría tal problema con la princesa Hyūga! - exclamó molesta.
Para Sasuke era evidente que sea lo que haya hecho en ese mundo trajo problemas muy grandes a su familia, pero para el había un problema y es que no sabía cuál era ese problema.
- Madre, padre por favor no discutan por eso, ya hablé con Sasuke y el aceptará todo lo que se acuerde hoy con los Hyūga - hablo Itachi. Aquellas palabras tranquilizaron a los mayores que comenzaron a desayunar de manera tranquila cosas que le pareció extraño al azabache, más no dijo nada y solo desayuno.
Desde el desayuno, Sasuke no pudo salir de la casa por orden de su madre y ahora se encontraba caminando con sus padres hacía la residencia Hyūga, pero también había algo más y es que las miradas estaban sobre el y más las miradas de féminas que estaban molestas o le saludaban de manera tierna que lo hacía querer vomitar.
Mientras Sasuke seguía sin saber que pasaba entre la gente se encontraban todos aquellos que lo conocían como el mujeriego que era. - ¿Qué crees que le suceda Neji? - se atrevió a preguntar una mujer rubia con timidez.
- No lo sé, el tío Hiashi no están severo como mi padre, pero con lo que le hizo no lo sé - respondió un poco serio. - Aunque si me dejas tocarte un poco podría averiguarlo -
