Llegó a un mundo diferente sin saber porque ni porque quien, solo sabía que ese mundo era muy diferente al mundo que el conocía incluida esa mujer que no recordaba su nombre, pero sabía que era muy tímida.
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La pelea entre ambas mujeres comenzaba, pero entonces entre enmedio de ambas aquel Uchiha que mostraba un cambio raro detenía a ambas sin esfuerzo alguno sorprendiendo a ambas mujeres que lo miraron al instante, pero este solo miro a Hinata con seriedad. - Hyūga, realmente no puedo contigo -
Hinata en ese momento se encontraba en un transe que no duró mucho pues la sangre acumulada salió por su boca en una tos que no pudo contener manchando al Uchiha quien soltó a la pelirrosa y cargo a la Hyūga quien perdía el conocimiento y ardía en calentura. - Sabías que estaba mal y aún así iniciaron una pelea - dijo sin mirarla. - Ya no sé quién está más mal ella o tu -
Sakura quien en ese momento sobaba su muñeca por el dolor que sentía se sintió ofendida. - ¡¿Cómo te atreves a decirme eso si yo.... -
La joven no pudo continuar porque la culpa llegó como un balde de agua fría, Sasuke tenía razón todos sabían lo mal que había llegado de su última misión y ella por no controlar sus celos no supo controlarse. - Yo me largo, no tengo más que hacer aquí -
Sasuke suspiro y pensó porque a él le tocaban esas cosas o mejor dicho porque debía cuidar a la Hyūga, sin más y cargando a Hinata se dirigió a la residencia Hyūga donde se encontró a esa mujer madre de Hinata, Hanna quien al verlo cargando a su hija se sorprendió. - ¿Qué pasó? ¿Qué le hiciste a mi hija? - cuestionó.
- Nada, ella se involucró en una pelea - respondió soltando un suspiro. - ¿Dónde está su habitación? -
Hanna abrió las puertas y dejo pasar al joven, todos los que miraban estaban sorprendidos y solo se hacían aún lado para dejar pasar al Uchiha y a la matriarca quien guiaba a este a la habitación de la joven princesa. Al llegar a esta la madre arreglo el futón de la joven y Sasuke acomodo a Hinata para salir de la habitación y ver cómo entraban médicos de la residencia Hyūga.
Después de un rato metidos en la habitación de Hinata la madre, Hanna salió encontrándose entre los pasillos al Uchiha quien miraba con atención a los niños de la segunda rama entrenar. - Pensé que se había ido ya Uchiha - hablo.
Sin mirarla y mirando a los niños contesto. - ¿Cómo está ella? -
- Dudo que quiera saberlo alguien como tu - respondió. - Tienes suerte que este viva -
Sasuke asintió y se levantó para marcharse, no deseaba escuchar más le bastaba escuchar que estaba viva, así que solo se fue dejando a la madre ahí. Sin embargo ella al ver como el chico se fue suspiro.
- ¿Cómo está nuestra hija? - preguntó llegando hacia ella.
Hanna sonrió sin mirar a su marido. - Ella está bien, débil pero, bien - respondió sonriendo. - Solo me preocupa que no quede embarazada, ya fue muy difícil engañar y drogar al más joven de los Uchiha's para que hiciera lo que hizo para que no quede embarazada -
Hiashi abrazo a su esposa. - Cálmate Hanna, si no funciona una primera vez lo haremos una segunda vez - dijo abrazándola fuerte.
Hanna negó. - No habrá una segunda vez Hiashi, solo tenemos esta vez porque el Uchiha ya no es tan descuidado y temo que descubra la verdad - dijo. - Debemos hacer todo rápido o el vendrá y se llevará a Hinata -
En la residencia Uchiha, Sasuke llegaba a su hogar después de todo lo que había pasado y cuando miro a su madre, padre y hermano pensó que habría un regaño, pero sorpresivamente no lo hubo solo hubo una cara de sorpresa y preocupada. - Sasuke, ¿Qué pasó? - preguntó si madre.
Sin entender miro si ropa y vio sangre que al final soltó un suspiro. - No es mi sangre, la princesa Hyūga se involucró en una pelea solo la detuve y la lleve a su casa - respondió quitándose los zapatos.
- Esa niña debería tener más cuidado, puede que esté embarazada de mi nieto - decía molesta. - Qué bueno que interveniste -
Sasuke no dijo nada solo ceno y se fue a su habitación donde se quitó la ropa para entrar al baño y bañarse deseaba quitarse toda la sangre y pensar una manera de poder irse, al salir del baño vestido con pijama y listo para dormir, pero entonces su hermano estaba en su habitación esperándolo. - Sasuke debemos hablar - dijo.
El nombrado asintió y cerrando la puerta se paró frente a su hermano. - Se que mañana empezarás tus deberes ninjas, pero creo que deberías aceptar la propuesta de los Hyūga - dijo mirándolo.
Sin entender, Sasuke negó. - No lo haré, no sé que te hayan dicho que pasará conmigo o lo que sea, pero no me pondrán esa maldita marca como perro con dueño - decía. - Si es todo vete -
Itachi negando salió de la habitación de su hermano realmente quería saber que pasaba y porque se negaba a su petición si antes hubiera aceptado. - Descansa hermano -
El amanecer de un nuevo día había llegado y Sasuke desde antes de que saliera el sol ya se encontraba despierto entrenado en los campos de su clan, pero claro no era estúpido sabía que era vigilado por Obito y es que este no intentaba ocultarse. - Es realmente raro, jamás pensé que Charasuke se tomara enserio el entrenamiento - dijo.
Decir eso le había costado caer del árbol donde se encontraba, pues Sasuke le había tirado un Kunai que logro esquivar el mayor, pero al hacerlo termino en el suelo. - Deja de llamarme así - ordenó molestó.
Obito en vez de molestarse le dió gracia y curiosidad porque solo hasta ese momento lograba tener un interés por el chico. - Bien Sasuke, tu ganas te dejaré en paz por el momento - decía levantándose. - Pero no sé te olvide hoy de asignan a un grupo y puede que sea tu mayor -
Sasuke no dijo nada solo miro como el mayor se iba. Terminó de entrenar y regreso a su casa sin hacer ruido para entrar al baño y darse una ducha, al salir ya llevaba ropa nueva y bajo las escaleras encontrándose a su familia en la mesa que lo esperaban. - ¿Cómo te sientes Sasuke? Hoy es tu primer día como Ninja activo - preguntó subpadre nervioso.
- Bien, supongo - respondió.
- No hagas ninguna tontería y obedece a tu superior, entendiste - decía su madre entregándole su desayuno.
- Si madre -
Itachi que lo miraba no dijo nada solo tocó su frente como era su costumbre y comenzaron a desayunar, pues el día comenzaba y Sasuke debía superar varias pruebas que le pusieran, aún si tenía que soportar a los Hyūga en el camino.
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