Llegó a un mundo diferente sin saber porque ni porque quien, solo sabía que ese mundo era muy diferente al mundo que el conocía incluida esa mujer que no recordaba su nombre, pero sabía que era muy tímida.
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El sol que deba a sus ojos lo comenzaba a molestar mientras que en su mente los recuerdos le inundaban con la sangre que derramó y el pecado que llevaba con ser el traidor que tanto temían y odiaban.
- Mi cabeza - se quejo. Poco después se levantó quedando sentado en donde sea que estuviera aún sin abrir los ojos. - ¿Dónde estoy? -
El azabache por fin abrió los ojos lastimando sé en el proceso, pues el radiante resplandor del sol le lastimaba solo cuando parpadeó un par de veces para que su vista se acostumbrará a la luz solar.
Cuando por fin se acostumbro divisó donde se encontraba dando con el bosque de la muerte.
- ¿Por qué estoy aquí? - se preguntó confundido. El azabache intentaba recordar que es lo que había pasado para que terminase ahí, pero en su mente solo había caos, destrucción y dolor.
Soltando un suspiro se levantó de donde estaba y arreglándose la ropa escucho como dos personas se dirigían hacía el, sin más tiempo que perder se posicionó en posición de defensa por si algo pasaba.
Los pasos se escuchaban más cerca y el azabache ya tenía activado su dōjutsu dándose cuenta de que se trataba de Naruto y Sakura, pero algo no estaba bien y no sabía que era.
Sin dejar de estar a la defensiva vio como "sus compañeros" llegaron a él, pero en vez de la típica reprimenda de regresar a la aldea la de cabellos rosados quiso golpear lo pero este fácilmente esquivó el ataque.
- ¿Charasuke? - se preguntó mentalmente. Mientras intentaba entender que pasaba iba esquivando cada golpe que está le deba.
- Basta de una vez Sakura - hablo por fin el de cabellos rubios.
La pelirrosa se detuvo y saltando hacia tras se posicionó tras el rubio quien parecía serio e irritado.
- No entiendo cómo puedes esquivar los golpes de Sakura, pero está vez no creó que tengas esa suerte cuando te enfrentes a lo que has hecho - dijo de manera seria.
El azabache que seguía sin entender que estaba pasando ahora mismo estaba siendo arrastrado a ir con ambos. Sin embargo, al entrar a la aldea se dio cuenta de que las personas no lo miraban mal, ni siquiera estaba siendo capturado por los ANBU o algo parecido.
- Sasuke, al fin te encuentro - dijo agitado. Aquel sujeto sujeto sus hombros tratando de controlar su respiración pues estaba cansado.
- Ahora lo entiendo - por fin hablo. - Esto se trata de un Genjutsu -
Concluía dejando confusos a los presentes y más a quien lo tenía sujeto de los hombros.
- Sasuke, ¿Cómo es que sabes de... - se detuvo. El mayor se detuvo al ver como el menor activaba su dōjutsu encontrándose en Sharingan de tres aspas.
Sin embargo para el azabache era extraño, pues no encontraba nada de eso o algún indicio de algún genjutsu. - Esto no puede ser real - se dijo en voz alta desactivado su Sharingan.
Mientras el menor seguía entre sus pensamientos los demás lo miraban extraño o eso fue hasta que sintieron como el aura de alguien más se hacía presente, pues parecía molesta.
- ¡¡MALDITO CHARASUKE, ESTÁ VEZ NO TE LO PERDONARÉ!! - gritó la joven enojada.
Sasuke quien por fin salía de sus pensamientos sintió como un puñetazo fue a parar a su rostro que lo hizo retroceder un poco, para después mirar a la joven molesta de ojos perlas. - Eres una Hyūga - dijo mirándola y tocando su rostro. - Pero, ¿Quién eres? -
Los presentes miraron con asombro al joven quien solamente sobaba su mejilla, sin embargo, la joven Hyūga solo se molestó más.
- Tks, maldito está vez no será solo un golpe te mataré - dijo molesta. La joven quiso golpearlo otra vez, pero fue detenida por el mayor quien la detuvo.
Las personas que los miraban junto al rubio y la pelirrosa miraban con asombro, mientras que Sasuke solo miraba sin entender que pasaba. - Lo siento princesa Hyūga, pero no puedo permitir que mate a mi hermano menor, se que ha comerido varios errores, pero primero que se disculpará adecuada mente - dijo.
La joven princesa alejó su mano con brusquedad para después chasquear la lengua. - Bien, que se presente mañana por la mañana en el clan Hyūga junto a tu familia, se hablará del problema - dijo para después marcharse.
Sasuke que seguía sin entender nada miro la montaña donde se encontraban los rostros de los Hokages sorprendiendo se de ver al padre de Sakura ahí en vez de cuarto Hokage que el conocía. - ¿Dónde diablos estoy? - se preguntó aún sin entender nada.
Sin embargo nuevamente su atención fue tomada por quien el conocía como su hermano. - Bien, gracias por la ayuda Menma y Sakura de aquí yo me encargo de Sasuke - dijo con tono tranquilo.
Los mencionados asintieron y pronto se fueron, pero en aquellos dos hermanos había un silencio que no se podía describir. - Debemos ir a casa, mamá y papá deben estar preocupados - dijo en tono serio y tranquilo.
El menor asintió sin decir nada y siguió a su hermano en total silencio, pero claro había dudas en ambos que era mejor hacer antes de que alguien más descubriera lo que pasaba.
- Sasuke, ¿Desde cuándo posees el Sharingan de tres aspas? - preguntó sin mirarlo. - ¿Al menos sabes cómo se consiguen? -
Sasuke no entendía porque de la pregunta pero por lo poco que entendía es que el en este mundo no podía hacer algo así, así que analizó detenidamente la respuesta que daría. - El Sharingan se activa en algún momento que sintamos peligro extremo y conforme vayamos entrenado y utilizando el Kekkei Genkai las aspas aparecerán llegando al nivel máximo de tres aspas - respondió de manera rápida y congruente. - El como lo obtuve no podría decirlo porque no yo mismo recuerdo cuando fue que lo obtuve -
El mayor quien escuchaba atentamente las palabras de su hermano asintió. - Ya veo, debió ser difícil, ¿Por qué no me lo contaste? Podía a verte ayudado incluso Shisui u Obito - decía soltando un suspiro para después proseguir. - Por ahora no le mencionemos nada a nuestros padres, solo se preocuparan -
Sasuke asintió y solo hasta ese momento se dió cuenta que el camino que habían tomado era aquel que lo llevaría a aquella villa donde alguna vivió. - Esto es un terrible sueño - pensó entrando tras su hermano, pero solo al entrar su sueño se terminó cuando varias jóvenes se acercaron enojadas y pidiendo explicaciones de las falsas promesas de compromiso que había hecho.
- ¡¡Maldición déjenme en paz!! - gritó molestó llendose de aquel lugar.
Ver aquello causo curiosidad y sorpresa en las jóvenes y en Itachi quien aún no sabía que le había sucedido a su pequeño hermano.
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