Martin caminaba nervioso por su casa mientras que Álvaro estaba sentado en el sofá, manteniendo la vigilancia. Por una parte sentía un gran alivio de haber sido liberado, y que le hubieran declarado inocente, pero por otra sabía que su vida corría peligro ya fuese de manera directa o indirectamente, alguien quería algo de él.
El sonido de su móvil vibró en la mesa encendiendo la pantalla, era un número desconocido. Se acercó y leyó los mensajes.
+34 689 25 36 47:
"Soy el inspector Juanjo Bona"
"Necesito que te concentres"
"Ven a comisaría cuando antes"
Tenemos que trabajar juntos. Confío en ti"
Martin:
Allí estaré, inspector.
Juanjo:
Juanjo, por favor.
Martin suspiró, sabía que Juanjo estaba depositando mucha confianza en él. ¿Por qué? No quería perder más el tiempo. De hecho, el tiempo jugaba en su contra. Terminó de prepararse rápido y junto a Álvaro emprendieron el viaje de vuelta a la comisaría.
Cuando llegó, Juanjo le esperaba en su despacho. Al verlo entrar, su mirada y el ceño fruncido que tenía hasta hacía unos instantes anteriores se relajó. Había algo en la forma de ser de Martin que le hacía mirarlo con vulnerabilidad y fortaleza, algo que no le dejaba ser claramente objetivo.
—Martin —le dijo mientras le ofrecía una silla—. Necesito que accedas al móvil de Laura. Tienes habilidades y las aplicaciones necesarias para ello.
—¿Y por qué yo y no tu equipo? —preguntó sorprendido—. Estoy agradecido de que me tengas en cuenta, haré lo que pueda.
—¿Puedes hacer una copia de los datos de mi portátil en tu ordenador? —preguntó Martin sorprendiendo a Juanjo.
—Sí claro —respondió Juanjo al instante—. De hecho te lo iba a pedir ahora por protocolo.
—Hacemos muy buen equipo.
El ambiente en el despacho del inspector estaba cargado de tensión. La copia de seguridad estaba en marcha, necesitaba tener bajo su poder toda la información del portátil. Juanjo lo observaba en silencio, intentando separar sus pequeños sentimientos de su deber. Con el portátil de Martin abierto, este tecleaba algo que Juanjo no quería molestar en preguntar.
Pasaron minutos que parecían horas hasta que finalmente Martin logró acceder al sistema del móvil de Laura.
—Juanjo —rompió Martin el silencio que se había instalado en ese despacho—. Esto es mucho más grande de lo que pensábamos —dijo enseñándole la pantalla.
—¿De qué hablas?
—Laura estaba investigando una red de tráfico de personas y... Mario la estaba utilizando.
Juanjo se inclinó sobre el escritorio, pudiendo ver los mensajes de la conversación que había en el móvil de la desaparecida. Laura estaba bajo la mirada de una organización mucho más peligrosa de lo que ellos imaginaban. Una organización que meses atrás el comisario mandó dejar de investigarla. Todo indicaba que su secuestro no era solo para incriminar a Martin, sino también para silenciar a Laura de todo lo que sabían.
—Esto es suficiente para detener a Mario —dijo Juanjo descolgando el teléfono para que dejara de ser un sospechoso y ordenar detenerlo definitivamente.
—Lo es —murmuró Martin.
Juanjo puso una cara compungida al escuchar las palabras que le decía Martina.
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entre la espada y la pared
RomanceLaura, la prima de Martin, ha desaparecido misteriosamente, y la última persona que la vio fue él, lo que lo convierte en el principal sospechoso. Juanjo, el mejor inspector de la policía, es asignado al caso, queriendo saber la verdad y resolverlo...