Taehyung llegó a la estancia del príncipe media hora después de lo acontecido, decidió no decirle nada a Yoongi por el momento, no quería preocupar a su amigo.
Y mucho menos a Hoseok.
Lo único que tenía que hacer era avisarles que no fuesen a los entrenamientos, con alguna mentirilla blanca les haría saber que no podrían acercarse a la práctica. Después hablaría con ellos sobre el gran problema que tenían sobre sus hombros.
Estaba cabizbajo, molesto, triste, decepcionado de sí mismo, todo le estaba saliendo mal. Era un cúmulo de emociones negativas que lo estaban atormentando justo ahora.
Nunca creyó que un estúpido sueño le condenaría la existencia y lo haría sentir tan ineficiente.
"¿Cómo estás, Taehyung?"
La dulce voz de Jungkook interrumpió sus pensamientos, había olvidado por completo su posición.
"Bien, su alteza, todo está de maravilla... Estoy sanando rápido, ¿usted?"
"También me encuentro mejor, ya no me siento tan deplorable como ayer." Jungkook apretó sus labios sonriendo. "Y me alegro mucho por ti, ¿gustas sentarte a charlar?"
El ojiverde señaló el sofá más grande, y en automático las mejillas del mayor se tiñeron de un color rojizo.
El sueño.
El maldito sueño que había tenido, lo había olvidado por completo hasta ahora.
"Eh... no, es decir... yo... em... no es necesario." En su mente, la frase había salido muy bien estructurada.
"¿Qué no es necesario?" El príncipe rió ante la absurda reacción del mosquetero. "¿Seguro que todo está bien?"
No.
Nada está bien.
Las manos de Taehyung sudaban dentro de sus guantes, estaba muy nervioso, ¿por qué la vida se empeñaba en humillarlo?
"Sí, yo, ehm, ¿cuál fue la pregunta?"
Jungkook no se aguantó más la risa, dejándola salir ante la actitud tan extraña del ojiazul. "¿Quieres charlar conmigo o me voy a dormir mejor?"
La saliva de Taehyung pasó con dificultad, pero finalmente accedió, no podía decirle que no a esos hoyuelos.
Cuando estuvo por encaminarse al sofá, estaba un tanto inquieto hasta que notó que el rizado se dirigía a su habitación. La mueca de confusión en su rostro apareció.
"¿Su majestad?"
"Ven Taehyung, quiero preguntarte unas cosas, pero prefiero que sea en privado." Jungkook no lo miraba, este solo entró por la gran puerta de caoba hacia su recámara.
El castaño sintió su respiración atascarse en su pecho, una cosa era estar en la estancia, y otra muy diferente en la habitación real. Por alguna razón estaba nervioso, habían sido muchos remolinos de emociones en poco tiempo, tenía miedo de romper algo.
"¿No prefiere que nos quedemos aquí?"
"No."
Bien, hombre de pocas palabras.
Jungkook ya se encontraba sobre su cama sentado, todo estaba perfectamente limpio y con un orden impecable, cada cosa en su lugar.
El mosquetero avanzó a pasos cortos, sintiendo su corazón bombear con rapidez, justo hoy tenía que haber tenido esa estúpida e incómoda noche.
Ni siquiera tendría que haber soñado con eso en primer lugar, era una falta de respeto a su gobernante y en el fondo se sentía sucio.
ESTÁS LEYENDO
The three musketeers | Taekook
FanfictionA d a p t a c i ó n Taehyung es un joven inexperto con el sueño de convertirse en mosquetero, después de haber sido salvado por uno. Tras una situación lo suficientemente extraña, le dan la oportunidad a él y a sus amigos de demostrar que son dignos...