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La cabeza le dolía, y lo último que recordaba era una campal fuera del carruaje. A sus oídos llegaban murmullos que poco a poco fue reconociendo.

"¿Cuándo despertará?"

"El médico dijo que está bien, sólo es una contusión."

"Por Dios, no debí dejarlo ir solo."

Jimin comenzó a abrir sus ojos poco a poco, intentando distinguir a las personas que se encontraban a su alrededor. Empezó viendo sombras, eran tres personas las que estaban cerca de él, y cuando se fue acostumbrando a la luz natural, alcanzó a visualizar quienes estaban en su habitación.

Porque sí, no tenía idea de como había llegado a su habitación, pero ahí estaba, en su cama y con un dolor de cabeza infernal.

"S-su alteza..."

Apenas intentó hablar en un hilo de voz, los tres pares de ojos se posaron en él. Jungkook fue el primero en aproximarse, deteniéndose en la cabecera de su cama.

"Jimin, ¡oh dios mío! que susto me has metido."

El rizado quería abrazar con todas sus fuerzas a su amigo, en verdad sintió mucho miedo todo el rato que el rubio no despertaba.

"Yo... ¿qué pasó?"

"Calma, no hables. Les quisieron robar, Mimi."

Jungkook estaba apunto de comenzar a relatarle lo sucedido, pero no pudo terminar porque la fastidiosa tos no se lo permitía. Perfecto, su consejero lastimado y el enfermo, gran combinación.

"Hijo, ven, no te acerques así a Jimin." Yeobeen tomó del brazo a Jungkook, y lo obligó a sentarse en el taburete a un costado de la cama.

"Su majestad, perdón... yo no pude cumplir con la tarea del príncipe."

Yeobeen quiso llorar en ese momento, el muchacho de ojos celestes estaba más preocupado por sus deberes que por su salud, era increíble.

"Shh... tranquilo." Yeobeen tomó su mano con delicadeza. "Lo importante es que estás completamente fuera de peligro y a salvo."

Jimin cerró los ojos por un momento, suspirando con profundidad. Al abrir sus orbes de nuevo, lo primero que vio fueron un par de ojos cafés observándole con preocupación. Era el mosquetero.

El rubio frunció el ceño inmediatamente.

"Tú... ¿estás bien?"

Yoongi reaccionó cuando vio que era a él a quien le hablaba. Este solo asintió con la cabeza, seguía un poco aturdido por lo que había hecho.

"Creí que no sobreviviríamos... ellos... ellos no nos iban a robar." Por fin Jimin empezó a recapitular todo lo que había pasado hace unas horas. "Ellos venían por Jungkook."

Yeobeen entrecerró sus ojos, girando su rostro para mirar a Yoongi. El rizado se hizo pequeño bajo la manta que ahora tenía alrededor de sus hombros.

"¿Por mí?"

"Dijiste que habían intentado robarles."

"Sí, su majestad, quiero decir... eran ladrones, venían enmascarados, así como el que... así como el que trajimos muerto." El pelinegro intentó explicar a la reina.

Jimin se escandalizó un poco, ¿Un muerto? ¿Qué diablos?

"¿Y por qué él dice que venían por Jungkook?" Yeobeen estaba muy desconcertada, pero Yoongi tampoco entendía porque el rubio había comentado eso.

"Su alteza, permítame explicarle." Llevó una de sus manos a su pómulo, y tocó el golpe que había recibido en esa zona, ayudándole a refrescar la memoria. "Yo venía adentro de la carroza, todo estaba bien. El mosquetero Taehyung se hallaba custodiando la portezuela y el mosquetero Yoongi venía en la parte de la carreta."

The three musketeers  |  TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora