CAPITULO 2-UN MUNDO NUEVO

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Thorin se despertó sobresaltado con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Los recuerdos de su batalla con Alduin (La muerte del poderoso Dragón) y la muerte de sus amigos, se habían transformado en pesadillas llenas de fuego y sombras que se negaban a desaparecer incluso cuando se incorporo a este nuevo mundo. Respiro profundamente tratando de calmarse y su mirada se poso en su armadura y armamento, ambas descansando sobre la mesa frente a el. La vista familiar lo tranquilizo, el brillo de la armadura reflejaba la luz de la mañana que se filtraba a través de la ventana.

Estaba en la casa del anciano de la aldea, un hombre llamado Elric que le había ofrecido refugio para pasar la noche. Elric tenia cincuenta y tantos años, el rostro curtido por años de trabajo, pero su gratitud había sido evidente cuando le dio la bienvenida a Thorin a su hogar. Habían hablado brevemente, Thorin estaba demasiado exhausto para conversar durante mucho tiempo, después de que le diera agua y una abundante ración de estofada, se había retirado a la cama; su cuerpo ansiaba descansar después de lo que parecía una eternidad sin dormir. No había tenido un momento de respiro desde que llego a Skuldafn, donde había luchado para alcanzar el portal a Sovngarde.

Una cosa destaco de su breve conversación con Elric: Thorin se entero de que ya no estaba en Tamriel, si no en una tierra llamada Westeros...Un lugar familiar para el.

Thorin se rio entre dientes y sacudió la cabeza con incredulidad. Era la segunda vez que lo arrojaban a un mundo que alguna vez creyó ficticio. "¿Es este mi destino ahora?", reflexiono #¿Ser arrojado de un mundo a otro bajo el capricho de los dioses y seres que nunca comprenderé del todo?".

-Toma esto como una bendición por ayudarme antes...Un lugar donde puedas comenzar de nuevo...Bueno comenzar de ahora-Las palabras de Shegorath resonaron en su mente, el recuerdo de la risa maniaca del dios loco aun fresco.

-"Un lugar para comenzar de nuevo"-El pensamiento permaneció en su mente mientras se levantaba y se estiraba, con los músculos todavía rígidos "¿Podía realmente encontrar la paz en este lugar?" los recuerdos de Tamriel, su vida allí, las perdidas...Nada de eso podría dejar atrás. Sin embargo había algo en esta tierra, algo diferente. Nunca podría haber encontrado la paz en Tamriel, no después de todo lo que había sucedido, no después de las muertes y destrucción que había dejado cada uno de los pasos que dio como Dovahkiin.

Respiro profundamente y salio de la casa, respirando el aire fresco de la mañana. Frente a el se extendía un gran campo, pero ya no era verde no estaba lleno de vida. Los hijos del hierro lo habían incendiado dejando un paramo ennegrecido a su paso. La hierba estaba quemada hasta convertirse en cenizas y los restos carbonizados de los cultivos se alzaban como dedos esqueléticos que se alzaban desde la tierra. El olor a humo todavía persistía débilmente, transportado por la brisa.

A pesar de la destrucción, para el, ese lugar tenia una poesía extraña. El pueblo se llamaba Riverwood, el mismo nombre que el pequeño pueblo de Skyrim donde se había encontrado con mas frecuencia, Fue una coincidencia o tal vez algo mas, lo que le hizo esbozar una sonrisa amarga.

Mientras estaba allí perdido en sus pensamientos, una voz de mujer lo llamo desde atras-Oh, estas despierto-

Thorin se giro y vio a Maris detrás de el. Era la hija de Elric y la curandera del pueblo, llevaba el pelo oscuro atado hacia atrás y su rostro aun mostraba las líneas de preocupación de los acontecimientos del día anterior, pero sonrió cálidamente cuando lo vio.

-Sanadora Maris-La saludo Thorin con un gesto de cabeza

-Ser Durin-Respondió ella con una ligera reverencia, el se rio suavemente ante el gesto.

-Oh no soy un caballero mi señora-

-Y yo no soy ninguna dama-Respondió Maris con una sonrisa burlona-Por favor, llámame Maris-

EL DRAGON DE LOS RIOS-CANCION DE HIELO Y FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora